(Asia News/InfoCatólica) El metropolitano Pavel Ponomarev ha sido sustituido por el metropolitano Venjamin, hasta ahora obispo de Borisov, en la provincia de Minsk. Venjamin, de 52 años de edad, es el primer obispo de nacionalidad belarusa que ocupa la sede de Minsk, donde hasta ahora Moscú había enviado obispos de Rusia, como era el caso Pavel.
En el comunicado de prensa del portavoz del patriarcado ruso, Vladimir Legojda, se lee que «el Sínodo aceptó la petición del metropolita Pavel de ser relevado de su cargo y le agradece su compromiso a lo largo de estos años».
Pavel, que fuera obispo de Riazán, en el centro de Rusia, fue nombrado en 2013, tras la dimisión por edad avanzada del Metropolitano Filaret (Vakhromeev), uno de los más importantes jerarcas ortodoxos del período soviético, gran teólogo y defensor de la renovación de la vida eclesiástica. El exarca es el «vicaro patriarcal», pastor autónomo de la Iglesia local pero sujeto a la autoridad del patriarca de Moscú, y participa en el sínodo patriarcal moscovita como miembro permanente.
La decisión de sustituir a Pavel por Venjamin está vinculada a los acontecimientos de los últimos días, en los que el exarca varió su postura constantemente: en un primer momento felicitó a Lukashenko por su supuesta victoria electoral; luego retiró sus felicitaciones, corrigiendo además sus declaraciones varias veces. Pavel se alineó parcialmente con la línea del arzobispo católico Mons. Kondrusiewicz, apelando al presidente para que pusiera fin a la violencia contra los manifestantes, y pidiendo a los ciudadanos moderación y sabiduría. Más tarde prohibió a sus fieles participar en cualquier manifestación pública y les instó a no inmiscuirse en la vida política del país, como había pedido el propio Lukashenko el 23 de agosto.