(Abc/InfoCatólica) Preguntado por si la octava ley educativa de la democracia nace con buen pie, Boullón de Mendoza es tajante:
«Creo que no en absoluto. Se echa de menos un debate real sobre las reformas que son necesarias».
Don Alfonso señala como muy preocupante la visión de la actual ministra de Educación:
«La ministra Isabel Celaá tiene una interpretación del artículo 27 de la Constitución muy peculiar. Este artículo reconoce el derecho de los padres a que sus hijos sean educados conforme a sus propias convicciones religiosas y morales y además establece el papel subsidiario del Estado en la educación. La ministra cree, en cambio, que es el Estado quien tiene el sistema educativo y además decide qué valores hay que enseñar. Es todo un problema.
El presidente de la ACdP recuerda que «la nueva ley no tiene en cuenta la demanda social a la hora de pedir centro y, por tanto, puedes querer que tus hijos vayan a un determinado tipo de centro y el Estado te diga que van a otro». Y al hecho de que «la asignatura de Religión va a quedar sin ninguna alternativa», se le añade que existirá «una asignatura de valores que habrá que ver qué contenidos tiene y si el Gobierno va utilizar la asignatura para adoctrinar».