(Heraldo/InfoCatólica) «El Sumo Pontífice Francisco, confiere gustosamente el título y la dignidad de Basílica Menor a la iglesia concatedral de Vigo, dedicada a Dios en honor a la Bienaventurada Virgen María, con todos los derechos y concesiones litúrgicas», indica el decreto firmado por el cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y por Mons. Arturo Roche, secretario de dicho dicasterio.
El templo vigués, concatedral desde 1959, tendrá a partir de ahora una serie de privilegios y también nuevas obligaciones: como basílica podrá hacer uso de símbolos de la dignidad pontificia, como el sello con las llaves entrecruzadas, el 'conopeo' que identifica a los templos con especial vinculación a la Santa Sede, o el 'tintinábulo', una campanilla que se usará en ocasiones solemnes, como la procesión de Corpus Christi.
Además, asume el compromiso de promover la formación bíblica, divulgar y estudiar documentos del magisterio del Sumo Pontífice, así como la obligación de celebrar solemnemente ciertas fiestas: la cátedra de San Pedro (22 de febrero), las festividades de San Pedro y San Pablo (29 de junio), el aniversario de la exaltación del Papa Francisco (19 de marzo), el de la concesión del título de basílica y otra fecha que el obispado elija.
En esas celebraciones solemnes, la basílica viguesa podrá otorgar, en nombre del Papa, la indulgencia plenaria a quien visite el tempo y cumpla los requisitos de confesión, comunión y oración por el Santo Padre, han explicado el obispo y el vicario general de la diócesis, Juan Luis Martínez Lorenzo.
Sugerencia del cardenal Amigo
Según ha relatado el párroco (ahora primer rector) de Santa María, Moisés Alonso, la iniciativa de solicitar esta distinción para el templo vigués partió a raíz de un comentario del cardenal Carlos Amigo en una visita a la concatedral. «Me dijo que la concatedral tenía las condiciones para ser basílica y me quedé con aquello, hasta que tuve la osadía de presentar la solicitud al obispo», ha explicado.
Desde ese momento, se iniciaron las gestiones para lograr esta 'gracia' por parte del Papa, que se han resuelto en un tiempo récord. Así, la distinción se otorgó el pasado 14 de julio, pocos meses después de que la Conferencia Episcopal (tras recibir el expediente del Obispado de Tui-Vigo) hubiese remitido la solicitud a Roma.