(InfoCatólica) Al final de la Audiencia General, Francisco se dirigió al país conmocionado por la explosión que ha causado al menos cien muertos y miles de heridos en Beirut:
Ayer en Beirut, en la zona portuaria, enormes explosiones causaron docenas de muertos y miles de heridos, y muchas destrucciones graves. Rezamos por las víctimas y sus familias; y rezamos por el Líbano para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda afrontar este trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que atraviesa.
El primer ministro libanés, Hassan Diab, reveló en una reunión con el presidente de la república, Michelle Aoun, que un cargamento de nitrato de amonio de 2.750 toneladas sin custodiar fue el origen de la explosión, que llegó a oirse incluso en Chipre.
Las imágenes de la ciudad libanesa son desoladoras, pues la onda expansiva arrasó con todo lo que estaba a menos de un kilómetro del centro de la explosión y llegó a afectar a un radio de 8 kilómetros.
Diab aseguró que los responsables de mantener ese material tan peligoso en el puerto -al parecer llevaba años allí-, tendrán que rendir cuentas ante la justicia.