(LifeSiteNews/InfoCatólica) El pasado 15 de Julio en New Haven, Connecticut, una parroquia fue destrozada y pintaron en sus puertas signos anarquistas y satánicos.
La arquidiócesis local de Hartford señaló: «El motivo subyacente de estos ataques sacrílegos es claro: intimidar e infundir miedo en los corazones de quienes adoran a Cristo». El arzobispo Leonard P. Blair: «No respondemos al odio con odio, sino que estos ataques fortalecen nuestro amor y nuestra unidad, y nuestras oraciones son cada vez más firmes. Como aprendemos en el Evangelio de Juan, no podemos amar verdaderamente a Dios si no amamos a nuestro hermano».
EL Templo de San José, que fue víctima del ataque, forma parte de la Parroquia de Santa María, donde se fundó la organización Caballeros de Colón en 1882, con más de dos millones de miembros, se dedica a hacer obras de caridad. Su fundador Michael McGivney, es un venerable, camino a la beatificación.
Al día siguiente, hubo que cancelar las actividades en la iglesia debido a los daños.
El padre John Paul Walker pidió a los feligreses de la parroquia, «orar a Nuestro Señor en reparación por este sacrilegio, y a San Miguel por protección contra todos los poderes del infierno. Por favor, oren también por el autor de esta acción, que es claramente una persona muy perturbada que necesita ayuda seria».
La Arquidiócesis de Hartford relacionó el acto con «una tendencia aparente de profanación de espacios católicos en todo el país, como lo demuestran los incidentes en Chattanooga, Queens, Boston, Sacramento y Ocala».
Recientemente, en Florida, un hombre condujo su auto a la Iglesia Católica Reina de la Paz y aunque había feligreses adentro, encendió dos galones de gasolina, fue arrestado y no hubo heridos.
En Queens, una estatua de Nuestra Señora ubicada frente a la Escuela y Seminario Preparatorio de la Catedral fue inscrita con pintura en aerosol, en el texto se leía «IDOL».
Otra estatua de Nuestra Señora fue decapitada el sábado frente a una iglesia en Chattanooga, Tennessee.
Jim Wogan de la Diócesis de Knoxville, declaró: «No sabemos si esta fue la profanación selectiva de una estatua sagrada, o algún tipo de broma equivocada, pero duele. Por alguna razón, estamos viviendo en un tiempo muy caótico y la ira parece ser el escenario predeterminado para las personas. Nuestro obispo ha pedido que vivamos según el ejemplo establecido en el Evangelio de Mateo, para tratar a los demás como a nosotros mismos nos gustaría ser tratados».
Una estatua de Cristo, el Buen Pastor, fue decapitada este martes en Miami
Hechos similares se presentaron en California donde alrededor de cien personas ayudaron a derribar una estatua del santo misionero con cuerdas.
En San Francisco, el Golden Gate Park, activistas derribaron otra estatua de San Junípero Serra.
Dichos ataques han sembrado preocupación entre la feligresía.