(Voxpopuli) La asistencia de Felipe VI al funeral por las víctimas del coronavirus en Madrid ha provocado un enorme malestar en La Moncloa, que culpa a la Casa del Rey de alinearse con un acto organizado por la Conferencia Episcopal al margen del Estado.
«Nos han hecho quedar muy mal», dicen fuentes del Gobierno, que culpan a Jaime Alfonsín, jefe de la Casa del Rey, por lo ocurrido.
Estas fuentes aseguran que Sánchez está extraordinariamente molesto por lo ocurrido el pasado lunes. Felipe VI asistió al funeral celebrado en la Catedral de La Almudena en Madrid. Además de los representantes institucionales de Madrid, la presencia del monarca arrastró a la vicepresidenta Carmen Calvo y otros representantes como la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
Sánchez recibió un aluvión de críticas por su ausencia, y el Gobierno trató de contener la hemorragia recordando que el funeral no era un acto de Estado, sino una ceremonia religiosa privada de la Conferencia Episcopal. La Moncloa recordó que el homenaje de Estado, que será aconfesional, tendrá lugar el 16 de julio.
El Ministro de Cultura escribió un mensaje en Twitter sobre la cuestión:
Todo nuestro respeto a los católicos que hoy ofician una misa por las víctimas de la pandemia. La presencia d la Vicepresidenta es un signo de ese respeto. Sin embargo, desde 1978 ninguna confesión en España tiene carácter estatal. El funeral de Estado será el 16 d julio. Respeto
— José Manuel Rodríguez Uribes (@jmrdezuribes) July 6, 2020
El enfado de Sánchez con la Casa del Rey y Alfonsín en particular es monumental, dicen fuentes conocedoras del episodio. El Gobierno le acusa de mantener tics del pasado y no adaptarse a los tiempos. La agenda del Rey necesita la aprobación del Gobierno. No está claro si el presidente dio su conformidad con la presencia de Felipe VI en el funeral.