(InfoCatólica) El referéndum, que contó con la participación del 65% del electordo, sirvió para ratificar 206 enmiendas al texto constitucional y sirvió para demostrar de nuevo el apoyo con que cuenta entre la población rusa el presidente Putin.
De hecho, una de las consecuencias de la reforma es que Putin podrá volver a presentarse a la reelección.
El lobby LGTBI internacional ha reaccionado con furia ante el hecho de que se cierre la puerta por completo a la posibilidad de aprobar el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Alphonso David de Human Right Campain, dijo::
«Rusia está triplicando sus ataques contra los derechos humanos básicos y la dignidad de las personas LGBT al agregar prohibiciones constitucionales contra la igualdad matrimonial. Putin y su administración utilizaron folletos de propaganda previos a las elecciones que prometían un retorno a los ‘valores familiares tradicionales’, utilizando el matrimonio entre parejas amorosas como una cuña para impulsar su agenda nefasta. Es vergonzoso, manipulador y malicioso».
La reforma refleja también el peso creciente de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la esfera político social de la nación. El patriarca de Moscú fue firme partidario de que se incluyera a Dios en el preámbulo del texto constitucional bajo la siguiente fórmula:
«La Federación Rusa, unida por su historia milenaria y que conserva la memoria de sus antepasados, que nos transmitieron los ideales y la fe en Dios».
Aunque dicha inclusión no tiene efectos legales prácticos, sí tiene un alto contenido simbólico por lo que supone de contraste con el ateísmo oficial que vivió Rusia y toda la Unión Soviética el siglo pasado