(Navarra.com/InfoCatólica) La Capilla de San Fermín (Parroquia de San Lorenzo) ha sido testigo de dos actos religiosos este 7 de julio: la «Misa de la escalera» a las nueve de la mañana y la Misa mayor de San Fermín a las once.
La iglesia tenía un aforo para la celebración de 282 personas, aunque finalmente han acudido 276. La Misa mayor fue presidida por Mons. Francisco Pérez González, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela.
Al acto ha acudido Enrique Maya, alcalde de la ciudad, que ha afirmado sentirse muy «orgulloso» del comportamiento de los navarros en estas fechas. Los Sanfermines no son todos los actos suspendidos, los fuegos artificiales o los encierros tal y como ha manifestado el Arzobispo durante la homilía:
«En el corazón de todos los pamploneses y de todos los navarros hay una fuerte experiencia de devoción a las fiestas de San Fermín. Una cosa es la fiesta del santo, que sigue en pie y otra cosa los festejos que se han aplazado».
«Por eso», ha añadido, «en estos momentos celebramos la fiesta bien acogida por todos los devotos y amigos de San Fermín»
Durante la homilía, Mons. Francisco Pérez González ha reflexionado sobre el testimonio de San Fermín en su experiencia humana y sobre un humanismo que se abre a la trascendencia de la mano de Dios. Además, el Arzobispo ha querido trasladar este mensaje a la situación en la que estamos viviendo actualmente debido al coronavirus: «Estamos pasando unos momentos difíciles que a todos nos hacen, dentro del dolor, reflexionar».
Y ha añadido:
«La pandemia del Covid-19 está martilleando nuestras conciencias y es un aldabonazo para que meditemos y nos preguntemos: '¿Estoy en el recto camino y me encuentro a bien con el Dios que me ama?'. Por eso, queridos fieles cristianos, no hemos de sentirnos ni frustrados ni avergonzados ante estas circunstancias, más bien alentados y animados para no desmayar y seguir anunciando el evangelio de Jesucristo que ha venido a sanar los corazones afligidos. No hay mayor consuelo y es el que cada vez que se arrepiente un pecador hay regocijo en el cielo y una nueva vida transformada en la tierra»
Además, durante el acto, se ha hecho mención a todos los médicos y personal sanitario así como a todos aquellos que han estado trabajando duramente durante estos meses marcados por la pandemia.
Han sido muchos pamploneses los que no han podido asistir a la misa debido a la limitación del aforo del templo para frenar los contagios de la Covid-19. Muchos han optado por seguir la eucaristía por televisión y otros muchos han celebrado este acto a la salida de la Capilla de San Fermín y le han pedido al santo que les ayude durante estos momentos tan complicados.
El arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, ha animado durante la misa de San Fermín a pedir al santo que «nos ayude a vivir la autenticidad de la realidad humana y nos eche el capotico en este nuevo tiempo».
Finalmente la eucaristía ha terminado con un «Viva San Fermín, gora San Fermín» de todos los asistentes en memoria de las vícitimas del coronavirus.