(LSN/InfoCatólica) La parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en Erath, Lafayette, respondió a un post en Facebook de los New Orleans Saints que anunciaba que el equipo había iluminado su estadio con los colores del arco iris del «Orgullo».
Este fue el mensaje de la parroquia en esa misma red social:
«Adelante. Queremos apoyaros. Pero este tipo de tretas hiere a la sociedad y a las almas. No os inclinéis ante estos grupos de presión. Los niños tienen derechos. Los niños merecen tener un padre y una madre. Por favor, no apoyés la inmoralidad. Rechazad la cultura de lo Políticamente Correcto»
El texto recibó cientos de comentarios, muchos de ellos negativos y acusando a la parroquia de «odio» y «intolerancia».
El párroco, el padre André Metrejean, ha retirado el post -probablemente para evitar la censura de Facebook-, pero ha respondido a las críticas publicando una declaración grabada, así como compartiendo un documental producido por Courage International, un apostolado que anima a los católicos que experimentan atracción hacia las personas de su mismo sexo a encontrar la felicidad a través de una mayor cercanía a Cristo y por medio de amistades castas.
«La Iglesia no está llena de odio. De hecho, cuando la gente nos acusa de odio o desdén porque predicamos la verdad sobre la sexualidad y el plan de Dios para ella, están mintiendo. Es una táctica de intimidación. Esto es lo que hacen los matones; te acusan de algo de lo que de hecho no eres culpable», dice la declaración grabada de Metrejean.
Y dirigiéndose a los homosexuales, afirma:
«Mi parroquia, mi Iglesia, mi Biblia, mi tradición católica, mi Señor, no te odiamos, te amamos. Por eso predicamos lo que hacemos. No se trata de exclusión, no se trata de juzgar a los demás, se trata de salvar almas y de llevar a la gente el poder de la sangre de Cristo»
La diócesis apoya al párroco
KATC, una filial local de ABC, informa que contactaron con el obispo Douglas Deshotel y la diócesis de Lafayette.
En respuesta, Mons. Deshotel citó el párrafo 2358 del Catecismo de la Iglesia Católica:
Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.