(Asia News) El encuentro nacional de Baabda «lamentablemente ha agravado la grieta política» interna en el país, porque «careció de una adecuada preparación». No usa medias tintas el patriarca maronita, el Card. Beshara Raï, para criticar «la cumbre de reconciliación» impulsada con fuerza por el presidente Michel Aoun, pero que de facto ha exacerbado las divisiones internas en el Líbano, con el boicot de los sunitas y de los cristianos de la oposición.
El purpurado recordó la controversia en torno a la sentencia judicial contra la embajadora de los EEUU en el Líbano. Hace pocos días, un juez de Tiro - en el sur del país, donde la mayoría de la población es chiíta - prohibió a los medios libaneses y extranjeros entrevistar a Dorothy Sea por un año. La diplomática estadounidense había atacado a los Hezbollah filo-iraníes en los medios de prensa. La «libertad de expresión» es un elemento que «caracteriza» a la nación en la región, recordó el Card. Raï.
En la homilía de la misa dominical, el patriarca maronita continuó refiriéndose a la libertad de expresión y dijo que «fue sancionada por la Constitución y por la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo preámbulo fue ideado por el libanés Charles Malek durante la presidencia de la Asamblea General de la ONU en 1948». «Sentimos un gran disgusto por la sentencia judicial - agregó -, que ha proscrito a una figura diplomática que representa a una potencia mundial, [negándole] el derecho a expresar opiniones». Esta sentencia, afirma, «mancha la imagen de la magistratura libanesa y atenta contra la Constitución».
Al referirse al encuentro nacional, el purpurado subraya que éste nació con el propósito de «preservar la integridad política y el sistema democrático», gracias a un «esfuerzo mancomunado» para «salvar a la sociedad del hambre, la miseria y la privación». «Sin embargo, - agrega - a falta de una preparación adecuada, ha incrementado las divisiones políticas internas».
Una realidad que preocupa al mismo papa Francisco, quien el domingo renovó su llamamiento a mejorar la «dramática situación» de los sirios y de los libaneses, invitando a dirigentes políticos a asumir su «responsabilidad», en vista de la cuarta Conferencia de la Unión Europea y de la ONU, que tendrá lugar mañana. A pesar de los errores y de la falta de la clase dirigente, el patriarca Raï se dirige a los jóvenes, pidiéndoles «resistir» y promover la «unidad y la solidaridad» con las instituciones, para vencer el drama «de la desesperación y de la migración».
Por último, el purpurado renueva su aprecio por los esfuerzos que ha llevado adelante el presidente Michel Aoun con miras al diálogo y a la reconciliación; aún cuando el fracaso del encuentro de Baabda sea evidente, el cardenal sugiere proceder a la preparación de una «conferencia nacional global, coordinada con los países amigos», que permita «afrontar los desafíos y reconciliarse» en el seno de la familia árabe y en el panorama internacional. Es tarea del gobierno «restablecer la confianza interna y en el exterior» para llevar adelante reformas estructurales.