(LSN/InfoCatólica) El Juez Liberal Stephen Breyer se encargó de redactar la sentencia que sostiene que la ley de Louisiana es inconstitucional por el simple hecho de que es «casi idéntica palabra por palabra» a la de Texas que el tribunal ya había anulado en 2016.
Breyee citó el argumento de la corte estatal de Lousiana que indicaba que la ley «no ofrece ningún beneficio significativo para la salud», pero «coloca un obstáculo sustancial en el camino de las mujeres que buscan un aborto» y «continuará haciendo imposible que los proveedores de aborto obtengan privilegios conformes por razones que no tienen nada que ver con los intereses afirmados del Estado en la promoción de la salud y la seguridad de las mujeres».
En su opinión concurrente, el Presidente de la Corte suprema, John Roberts reconoció que se había unido a la opinión disidente en el caso Whole Woman's Health (de Texas) y sigue creyendo que entonces el tribunal tomó una decisión errónea, pero admite que la ley de Louisiana es prácticamente idéntica en el fondo a aquella que fue anulada por el Tribunal.
Roberts invocó la doctrina jurídica controvertida que afirma que las opiniones pasadas adquieren peso jurídico simplemente en virtud de su duración, independientemente de la fidelidad con que reflejen la ley o la Constitución. Esa doctrina «requiere que, en ausencia de circunstancias especiales, tratemos los casos similares de la misma manera. La ley de Louisiana impone una carga sobre el acceso al aborto tan severa como la impuesta por la ley de Texas, por las mismas razones»
Los jueces Clarence Thomas, Sameul Alito, Neil Gorscuh y Brett Kavanaugh disintieron, afirmando Thomas que el desafío a la ley debería haber sido rechazado por el simple hecho de que los abortistas en cuestión no tenían capacidad legal para hacerlo en primer lugar. «Hoy en día, la mayoría de la Corte perpetúa su mal fundada jurisprudencia sobre el aborto al rechazar una ley estatal perfectamente legítima y hacerlo sin jurisdicción», escribió Thomas.
«La pluralidad concluye que la ley de Louisiana no hace nada para proteger la salud de las mujeres, pero eso es refutado por la evidencia sustancial del expediente» escribió Alito, el cual confirma que «la decisión del Tribunal de Distrito de que la ley de Luisiana causaría una drástica reducción del número de proveedores de abortos en el Estado se basó en una norma jurídica errónea y en una investigación de hechos totalmente inadecuada».
Tanto esta sentencia como la reciente que avaló la idea de que el sexo no viene determinado por la naturaleza sino por la voluntad de las personas, dejan bien a las claras que el primer mandato presidencial de Donald Trump, con nombramientos de nuevos magistrados (Kavanaugh y Gorsuch), no ha servido todavía para cambiar la tendencia abortista, liberal y pro-LGTBI del máximo órgano de la justicia de EE.UU.