(Fides) El prelado advierte que «La violación inflige un trauma psicológico indescriptible en la vida de las víctimas. La violación no es solo un acto gravemente pecaminoso, sino también un acto extremadamente bárbaro y criminal. Esperamos que los perpetradores de estos crímenes atroces sean castigados severamente en base a la ley y liberados del espíritu maligno que los lleva a cometer crímenes sexuales tan horribles».
«Los crímenes sexuales ofenden a Nuestro Señor, causan daños físicos, psicológicos y espirituales a las víctimas y perjudican a la comunidad de los fieles», ha afirmado Mons. Kaigama, quien ha invitado a los nigerianos, especialmente a «los cristianos a ayudar a restaurar nuestro mundo enfermo que ha perdido el sentido del pecado».
El aumento en los casos de violación contra mujeres en Nigeria en las últimas semanas ha provocado protestas en algunas áreas del país, así como el lanzamiento en las redes sociales del hashtag #WeAreTired para pedir acciones urgentes y justicia para las víctimas.
La gota que ha colmado el vaso de la indignación de buena parte de la población es el caso de dos estudiantes universitarias, Uwaila Vera Omozuwa, de 22 años, y Barakat Bello, de 18, que fueron violadas y asesinadas en dos agresiones sexuales diferentes.
«La violación y la muerte de estas chicas no son eventos ocurridos por azar, sino que son la culminación de prácticas culturales malvadas», ha declarado el grupo Women Against Rape (Mujeres contra la violación) en Nigeria, en una petición presentada al parlamento.
Muchos nigerianos critican el sistema judicial que, según parece, dificulta condenar a los hombres acusados de violación y, en cambio, lanza cargos difamatorios contra las víctimas de violencia sexual. En Nigeria, no es raro que no se denuncien las violaciones. Algunas víctimas y sus familias, temiendo el estigma, la extorsión policial y la falta de confianza en el proceso judicial, optan por no denunciar los casos a las autoridades.
En 2019 en la capital federal, Abuja, algunas mujeres arrestadas durante una redada policial acusaron a los agentes de haber abusado de ellas. Los datos sobre el número de casos reportados son muy limitados, pero una encuesta nacional sobre violencia contra los niños en Nigeria, realizada en 2014, reveló que una de cada cuatro mujeres ha sufrido violencia sexual en la infancia, con alrededor del 70% que señaló más de un episodio. Solo el 5% pidió ayuda y solo el 3.5% la recibió.
Los gobernadores de los 36 estados de Nigeria también han declarado el estado de emergencia por violación y otras formas de violencia de género contra mujeres y niños.