(InfoCatólica) Mons. Reig Pla calificó lo que está ocurriendo:
«Amigos y hermanos, que retiren la imagen de Isabel la Católica del Capitolio en Washington; que derriben la estatua de Fray Junípero Serra significa que los bárbaros han vuelto».
Y añadió:
«No podemos calificar el hecho simplemente de ignorancia (es posible que quienes materialmente han hecho estas cosas sean ignorantes) pero detrás de los ignorantes están los bárbaros de verdad y los bárbaros lo que quieren es acabar con la civilización cristiana»
El obispo señaló que es Cristo «quien revela al hombre el misterio del hombre y por tanto atentar» contra el «hecho cristiano es lo peor que nos podía suceder»
Tras recordar que «estamos viviendo una crisis profunda de la verdad», «una crisis de la inteligencia que no se atreve a buscar la verdad» junto a la cual se da «una perversión de la libertad porque no sabe qué camino seguir»
El prelado aseguró que se está creando una selva «exaltando al individuo para afirmar su autonomía radical para definirse incluso en su cuerpo y para romper todos los vínculos que le ha dado la tradición, comenzando por el matrimonio la familia, la propia tradición católica, lo que es el amor a la tierra, etc; el amor a su nación. Todo esto está en una crisis profunda».
Mons. Reig Pla insistió en que necesitamos una «voz profética», pues «junto con la crisis de la verdad, con el eclipse la verdad, con la perversión de la libertad viene lo que es peor: la oscuridad de la conciencia moral».
El obispo uso como ejemplo lo que he ocurrido durante el confinamiento:
«Fijaos ahora, este tiempo en que hemos estado recluidos en nuestras casas, el bien que eso podría suponer y rezo para que sea así, pero quienes están triunfando verdaderamente son las grandes multinacionales del Twitter, del Facebook, de Netflix, de todo aquello que es puramente virtual. Han hecho el gran negocio...»
Don Juan Antonio advirtió contra aquello que «arruina el alma matando a Dios en el corazón, negando la trascendencia de lo que es la persona y la vida humana. de todas las personas, y eso se hace con leyes educativas sesgadas ideológicamente que enseñan a nuestros niños todo menos lo que es la vocación a la trascendencia».
El obispo denunció la hipocresía de aquellos «que se enzarzan con los mayores que han muerto en las residencias», a la vez que «están preparando la ley de eutanasia». Son los mismos que han favorecido la destrucción de la vida naciente», son «los mismos que están promoviendo leyes para la ignorancia y por eso no podemos callar».
El obispo de Alcalá afirmó que «hoy necesitamos no sólo la voz de los pastores. Necesitamos la voz de todos, la voz especialmente de los fieles cristianos laicos para que cada uno con su responsabilidad, en el ámbito personal, familiar, empresarial, del trabajo.. esté presente la voz de los católicos»
El obispo volvió a referirse a la Sierva de Dios Isabel la Católica asegurando que todavía no es santa «por el complejo de España. por la dejadez de nuestro pueblo porque está más que estudiado la santidad esa mujer».