(AVAN) Ante las consultas realizadas por diversos medios de comunicación respecto a las palabras ayer del Arzobispo de Valencia, el Cardenal Antonio Cañizares ha señalado que «desde el inicio de la pandemia rezo para que se encuentre una vacuna que ayude a curar, e incluso a prevenir el COVID-19, como así lo he manifestado reiteradamente».
Respecto a las investigaciones que se están realizando como vacunas frente al COVID-19, señala que «por la información que vemos publicada, afortunadamente, las investigaciones están avanzando y tendremos vacuna, lo único que añadí es que, según las informaciones publicadas, parece que existen más de cien líneas de investigación, y que entre este centenar, existe alguna que se estaría produciendo con métodos que abrirían dilemas éticos; por tanto, si estas publicaciones son ciertas, siendo que existen más de 130 líneas de investigación, lo deseable es que se lograra esa vacuna y que se produjera sin abrir dilemas éticos por su producción».
«Toda la sociedad está esperanzada en que se logre una vacuna que permita acabar con la pandemia, encontrar una vacuna es necesario para afrontar un problema de salud pública, que además afecta globalmente a todo el mundo, por ello también confío en que quienes tengan en ello la responsabilidad, actúen con generosidad y la pongan a disposición de todos, también del tercer mundo, que la vacuna llegue a todos y se actué por el bien común».
El Cardenal se expresó así ante las informaciones internacionales publicadas acerca de varias líneas de investigación que plantean problemas bioéticos en la producción y uso de vacunas contra el COVID-19, en las que, según se afirma, se han utilizado para su fabricación células humanas de abortos, como señaló el pasado 12 de junio la revista Science en el artículo «Las vacunas que usan células fetales humanas fuertemente criticadas».
De las 130 líneas que se están desarrollando para obtener vacunas contra el COVID-19, solamente en 6 se han utilizado células fetales humanas, por lo que sí que existen otras alternativas para la producción y uso de dichas vacunas. Según estas informaciones, las primeras vacunas que estarían disponibles para uso clínico, serían las que precisamente se han desarrollado a partir de líneas celulares obtenidas de abortos provocados, por lo que el uso de estos seis proyectos de vacunas está suscitando una amplia polémica bioética.
La doctora Elena, Profesora de Filosofía y Bioética y Directora de Instituto de Bioética La Universidad Francisco de Vitoria, ha confirmado la tesis del cardenal Cañizares:
Con todo respeto, no es ningún bulo. En este artículo verán una tabla con las cepas que utilizan 5 ensayos: "HEK-293 (kidney cell line widely used in research and industry that comes from a fetus aborted in about 1972) y PER C6, ambas de fetos abortados. https://t.co/JOouoZJQnn
— Elena Postigo (@PostigoElena) June 15, 2020
Y además, el pasado més de abril, líderes provida de Estados Unidos solicitaron al presidente Donald Trump que la vacuna contra el coronavirus Covid-19 no use células procedentes de abortos