(Zenit/InfoCatólica) Ayer viernes 12 de Junio, se realizó la Campaña de este dia. Siendo este año de modo virtual y organizada en conjunto con la Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil y la Alianza Internacional de Cooperación sobre el Trabajo Infantil y la Agricultura (IPCCLA).
La emergencia sanitaria consecuencia del COVID-19 y su golpe económico y de mercado laboral, están impactando no solo los medios, sino la vida misma de las personas y los niños siempre son los primeros afectados.
Se estima que hay 152 millones de niños en situación de trabajo infantil, de los cuales 72 millones realizan trabajos peligrosos. Estos niños ahora tienen un riesgo aún mayor de enfrentar circunstancias más difíciles y de trabajar más horas al día, según la ONU.
Palabras del Papa Francisco
El miércoles pasado, el Papa francisco en la audiencia general hizo un llamado, con motivo de esta jornada a las instituciones a hacer «todo lo posible por proteger a los menores, llenando las lagunas económicas y sociales que subyacen a la distorsionada dinámica en la que, lamentablemente, se ven envueltos».
También expresó, refiriéndose a la situación actual de emergencia sanitaria por el coronavirus «en varios países muchos niños y jóvenes se ven obligados a realizar trabajos inadecuados para su edad, con el fin de ayudar a sus familias en condiciones de extrema pobreza». En muchos casos, «se trata de formas de esclavitud y encarcelamiento que provocan sufrimiento físico y psicológico»
Además, recordó que «los niños son el futuro de la familia humana: depende de todos nosotros fomentar su crecimiento, su salud y su serenidad» y apuntó que «todos somos responsables» de esta situación.
Trabajo infantil y coronavirus
La UNICEF junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) «COVID-19 and child labour: A time of crisis, a time to act» («COVID-19 y trabajo infantil: En tiempos de crisis, es hora de actuar»), informó que millones de niños y niñas corren el riesgo de tener que realizar trabajo infantil como consecuencia de la crisis COVID-19.
Además, los que ya están trabajando podrían tener que hacerlo durante más horas, o en condiciones peores. Muchos de ellos podrían verse obligados a realizar trabajos peligrosos y en condiciones de explotación, lo que causaría un daño a su salud y su seguridad, así lo señaló la UNICEF en una nota.
«En tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para muchas familias (…) A medida que la pobreza aumenta, las escuelas cierran y la disponibilidad de los servicios sociales disminuye, más niños se ven empujados a trabajar», explica la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
Los grupos más vulnerables como los trabajadores migrantes serán los más afectados, por esta recesión económica. Y a más escuelas cerradas más trabajo infantil.
Mientras más escuelas cerradas, más trabajo infantil
Cada vez existen más pruebas de que el trabajo infantil crece a medida que las escuelas cierran. Durante la pandemia más de 1.000 millones de alumnos en más de 130 países, aún no han vuelto a las aulas. Incluso cuando se reanuden las clases, es posible que algunos padres ya no puedan enviar a sus hijos a la escuela. Además, la desigualdad entre niños y niñas puede agudizarse, puesto que las niñas son particularmente vulnerables a la explotación en el sector agrícola y en la economía sumergida o el trabajo doméstico.
Ampliar la protección social, facilitar la concesión de créditos a hogares en situación de pobreza, promover el trabajo decente para los adultos, posibilitar el regreso de los niños a la escuela sin costos de escolaridad, disponer de más recursos para realizar inspecciones laborales y hacer cumplir la ley. Sería lo propuesto en el conjunto de medidas, tomadas para evitar el riesgo de que aumente el trabajo infantil.