(OLRC/InfoCatólica) Los datos hechos públicos este lunes por el Observatorio para la Libertad Religiosa (OLRC) en su Informe anual correspondiente al año 2019 muestran que se han reducido los ataques globales a este derecho fundamental un 12,5% (de 200 a 175); sin embargo, han aumentado los casos de violencia contra creyentes (de un caso en 2018 a tres en 2019, todos contra católicos) y los ataques a lugares de culto (de 53 a 55, la mayoría a templos o símbolos cristianos). «Es lamentable que cada año se dañen más templos; de 8 en 2014 hemos pasado a 55 tan solo cinco años después», remarca María García, presidenta del OLRC.
La mayoría de los ataques (140, el 80%) han tenido como objetivo los cristianos; ocho se han dirigido contra musulmanes (4,6%) y tres han estado dirigidos contra judíos (1,7%). Además, 24 ataques (13,7% de los casos) pueden considerarse contrarios a todas las religiones «al querer imponer un laicismo radical que intenta eliminar del espacio público todas las confesiones, así como a sus representantes y seguidores», detalla la presidenta del OLRC.
«Al ser España un país de raíces cristianas, se constata que esta religión es la más atacada. Una parte minoritaria pero muy beligerante de la sociedad -y algunos políticos-quiere eliminar estas raíces y hace todo lo posible por evitar que los creyentes de esta confesión religiosa se manifiesten como tales en la vida pública. Los datos obtenidos en informes elaborados en otros países demuestran que esta tendencia se hace presente también en el resto de Europa», explica García.
Por comunidades autónomas, Andalucía, con 27 casos, es la región con más ataques a la Libertad Religiosa, seguida de la Comunidad de Madrid (20) y Cataluña (18).
Por partidos políticos, el Informe refleja que Podemos es la formación más beligerante con la libertad religiosa, estando implicado en 19 casos. Le siguen Izquierda Unida y PSOE, con 14 cada uno de ellos.
«Lamentablemente, la agresividad y el laicismo radical expresado por estos partidos políticos se manifiesta con profanaciones, pintadas y demás actos vandálicos, en las calles», considera la presidenta del OLRC. «Como hemos afirmado en informes anteriores, es inaceptable que se confunda la aconfesionalidad del Estado, como prescribe la Constitución, con marginación de la religión del espacio público. El respeto a la Libertad Religiosa no beneficia únicamente a los creyentes, sino que favorece a toda la sociedad al promover la convivencia pacífica entre los ciudadanos. Esta realidad es fundamental y se aleja de los planteamientos ideológicos o políticos», concluye la presidenta del OLRC.
Por ello, desde el OLRC piden a legisladores y gobernantes del ámbito nacional, autonómico o municipal:
1. Que respeten el derecho fundamental a la libertad religiosa, tanto desde el punto de vista individual como colectivo. Y que garanticen por tanto el cumplimiento de los tratados firmados por el Estado español con las diferentes confesiones religiosas.
2. Que, como representantes de los ciudadanos en las instituciones públicas, hagan también respetar la Libertad Religiosa, por ejemplo, con medidas de vigilancia para que se reduzca el número de profanaciones a templos, que se investigue y, en su caso, sancione a quien dañe templos y que se juzgue a aquel que se mofe de los sentimientos religiosos de los creyentes.
En las próximas semanas el Observatorio para La Libertad Religiosa tiene previsto contactar con diputados autonómicos así como con representantes de varios ayuntamientos de toda España para exponerles los casos que afectan a su comunidad autónoma o municipio y solicitarle medidas efectivas para erradicar los ataques a la Libertad Religiosa. «No nos conformamos con constatar la evolución de los casos año tras año. Ahora el objetivo es reducirlos y erradicarlos», concluye María García.
Desde hace nueve años, el OLRC publica el «Informe de ataques a la libertad religiosa en España», que es utilizado como fuente tanto para otros reputados informes sobre la situación de la libertad religiosa en el mundo, como el que realiza la organización no gubernamental Open Doors o el que elabora el Departamento de Estado de Estados Unidos.