(Arch Barcelona/InfoCatólica) La solemnidad de Corpus Cristi es la gran fiesta religiosa en Barcelona que en la liturgia expresa tres aspectos: Cristo, presente en la Eucaristía por las calles de la ciudad, la alegría y la fiesta ciudadana alrededor de la procesión y la caridad y el amor a los demás expresado en la ayuda a los más vulnerables.
El Arzobispado de Barcelona impulsa la celebración de este séptimo centenario que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalidad de Cataluña y un gran número de grupos, gremios y agrupaciones populares que contribuyen a poner de relieve la gran fiesta religiosa y cívica del Corpus con un programa de actividades de conmemoración, que se podrá seguir por redes sociales.
La «fiesta de las fiestas» tiene su origen en 1320, según fuentes documentales escritas que dejan constancia del primer camino procesional celebrado por las calles de la ciudad condal, una de las primeras procesiones de toda Europa y una de las pioneras en nuestro país. Este año, atendiendo a las circunstancias sanitarias excepcionales que vivimos, la celebración del 14 de junio, a las 18 horas, en la Catedral será la propia de la fiesta litúrgica, seguida de una procesión por el claustro de la catedral. En Corpus del próximo año, se celebrará la fiesta del 700 aniversario con un cortejo religioso y civil por las calles de la ciudad.
El origen de esta solemnidad que conmemora la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo en el sacramento de la Eucaristía se remonta al siglo XIII, en la ciudad belga de Lieja. Se convierte en una fiesta móvil dentro del calendario litúrgico de la Iglesia católica que se celebra el primer jueves después de la octava de Pentecostés, pero que adaptándose al calendario de fiestas de nuestro país se ha trasladado al domingo siguiente, es decir, dos domingos después de la celebración de Pentecostés.
Barcelona ha sido la impulsora de una forma de celebrar la fiesta de Corpus que ha ido dejando tradiciones populares muy vivas y dinámicas: cortejos, pasacalles, gigantes, bestiario, diablos y ángeles y un largo etcétera de muestras de cultura popular que más allá de su origen religioso, mantienen en todo el país una fuerte tradición festiva y ciudadana.