(InfoCatólica) El drama que está teniendo lugar en Ucrania puede apreciarse en este video de BioTexCom, una agencia de subrogación en Kiev, de entre las más importantes del país.
El video muestra una gran habitación en un hotel –no un hospital– en Kiev con 46 bebés uno al lado del otro en cunas idénticas. Sus padres legales son de Estados Unidos, Chile, Italia, España, Gran Bretaña, China, Francia, Alemania, Bulgaria, Rumania, Austria, México y Portugal.
Debido a las medidas de confinamiento, las enfermeras deben permanecer en el hotel mientras atienden a los bebés.
El video fue publicado para asegurar a los clientes de BioTexCom que sus bebés están seguros y bien. El personal muestra a los bebés a sus padres y por medio de videoconferencias les informa sobre su evolución y su salud. «Así que no se preocupe, la salud de su bebé está en buenas manos», dice Marina, la narradora.
Aparte del caso de esa agencia, se teme por el presente y futuro de los niños a cargo de otras agencias de subrogación.
Preocupación en el parlamento ucraniano
Según informa el diario español Abc, el problema ha saltado ya a la Rada Estatal, el Parlamento ucraniano, cuya encargada de Derechos Humanos, Liudmila Denísova, ha tomado cartas en el asunto para tratar de encontrar una solución . Según sus datos, «más de cien bebés esperan a sus padres en varios centros médicos».
Denísova advierte que hay mujeres ucranianas embarazadas de acuerdo con los contratos de vientres de alquiler ya firmados y, si se prolonga la actual situación de confinamiento, «seguirán naciendo niños (...) cuyo número podría llegar casi al millar».
Al mismo tiempo, organizaciones internacionales en pro de la abolición de la maternidad subrogada, entre ellas la española Red Estatal Contra el Alquiler de Vientres (RECAV), han enviado una carta al presidente ucraniano, Volodímir Zelesnki, pidiéndole que actúe para que los niños atrapados en ese limbo dejen de estarlo y sean puestos en manos de sus madres biológicas, familias de acogida o enviados a orfanatos.
Escándalo internacional
En la misiva señalan que «la situación de estos niños, varados en Ucrania debido a las medidas de protección relacionadas con la pandemia actual, es sintomática de los daños que ocasiona la subrogación transnacional». Exigen además una investigación exhaustiva de las clínicas que se dedican a este negocio, de las condiciones en las que operan y de sus «clientes». Presionan además para que impidan el acceso a Ucrania a quienes encargaron los bebés por subrogación.
Pero la Asociación por la Gestación Subrogada en Georgia y Ucrania (Apingu) pide «la protección urgente e igualitaria de estos niños, como si de forma natural se hubieran concebido». «Necesitan urgentemente que sus padres podamos acceder a ellos conforme a nuestro mayor deber y deseo, para tomarles en brazos, sacarles de allí y proporcionarles un hogar». Los padres por alquiler de vientres ya denunciaron el mes pasado que los bebes se encuentran «solos» en Ucrania y Georgia y no hay manera de viajar allí para recogerles.