(ACI Prensa) El Observatorio sobre discriminación e intolerancia contra los cristianos comienza a dar sus primeros pasos en Uruguay.
La misión del Observatorio es «contribuir al libre ejercicio de la libertad de religión, conciencia, expresión y asociación, sin temor a represalias, censura, amenazas o violencia», describe en la página web.
De acuerdo a la información dada a conocer por Iglesia Católica de Montevideo (ICM), el organismo está bajo la coordinación de Laura Álvarez Goyoaga integrante de la Comisión Fe y Anuncio, del Club Católico; y colaboran el P. Gabriel González Merlano, especialista en libertad religiosa; junto a otros profesionales.
Esta idea nace en julio de 2019, luego de conocer la existencia del Observatorio sobre la intolerancia y la discriminación de los cristianos en Europa.
Eso sumado a algunos actos de discriminación e intolerancia a nivel local y regional, motivaron al Cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo, a sentar las bases para crear una instancia con «características similares, aunque más modesto», describió un memorándum de la época.
Una de las razones que sustentaron la idea fue «la baja población de cristianos en el país, que en la actualidad ronda el 50% de católicos y no católicos; la fuerte presencia laicista en la sociedad y en el poder político», describió ICM.
También, «los antecedentes en materia legislativa, que desde principios del siglo XX se vienen aprobando con la intención de relegar la religión al ámbito de la conciencia privada; y los antecedentes más recientes de intolerancia y discriminación en nuestra patria».
En ese sentido, la web del Observatorio sobre discriminación e intolerancia contra los cristianos agrega que en su trabajo tendrá como referencia fundamental el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
«Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia», describe la declaración.
Además trabajará sobre la base de los «instrumentos jurídicos internacionales suscritos por Uruguay, en relación al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que incluyen la libertad religiosa. Como tales, forman parte de nuestro ordenamiento jurídico y es preceptivo su cumplimiento».
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