(AsiaNews) A causa de las presiones de China, Taiwán tiene poco chance de participar en la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 18 y 19 de mayo. Así lo reveló ayer el vicepresidente taiwanés, Chen Chien-jen.
Taipéi solicita participar en la reunión del órgano responsable de la toma de decisiones de la OMS, en calidad de país observador. Beijing se opone, ya que sostiene que la isla no es un Estado soberano, sino una provincia «rebelde», que debe ser unificada con el uso de la fuerza, de ser necesario. Para el régimen del Partido Comunista Chino (PCC), es China la que debe presentar las instancias taiwanesas ante la OMS, siempre y cuando Taipei reconozca el principio de «una sola China».
Taiwán es uno de los países que ha logrado afrontar mejor la crisis pandémica. En los últimos días, ha crecido el apoyo internacional para su participación en la Asamblea de la OMS. Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Japón se han expresado abiertamente en este sentido.
Lo mismo hicieron 14 de los 15 países que sostienen relaciones diplomáticas con Taipéi; el Vaticano, que participa como observador en la labor de la OMS, es el único aliado diplomático que no ha formulado dicho pedido ante Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización.
Las tensiones entre Taipéi y Beijing se agudizaron en el 2016, cuando la actual presidente taiwanesa, Tsai Ing-wen conquistó su primer mandato. Tsai es la líder del Partido Demócrata Popular, favorable a la independencia formal de la isla de la madre patria china.
Según un sondeo publicado el 12 de mayo por el Pew Research Center, un instituto de estudios de opinión de origen estadounidense, el 66% de los habitantes de Taiwán se considera taiwanés; el 28%, taiwanés y chino por igual; solo el 4% se reconoce chino.