(Ecclesia) «Un gobierno de transición que se preocupa demasiado por colocar a su gente en instituciones públicas no es un gobierno de transición, ya parece un gobierno que quiere instalarse; pero no es ético, y el periodismo tiene la tarea de desenmascarar esto», ha asegurado Mons. Centellas.
El arzobispo electo de Sucre acusa también al gobierno de faltar a la verdad en la gestión de la crisis del COVID-19 pues dice que «la vida es lo primero» pero luego no actúa de acuerdo a este principio. «¿Cuántos reactivos se han comprado? ¿Dónde están? Han anunciado que han comprado 500 camas para terapia intensiva. ¿Dónde están? (…) Hasta ahora no sabemos, no podemos vivir de intenciones, las intenciones no son la verdad, la verdad son los hechos».
Centellas, administrador apostólico de la diócesis de Potosí, hizo estas y otras denuncias en la Misa que ofició el 10 de mayo con ocasión del Día del Periodista Boliviano, que se celebra desde 1938. «Queridos hermanos, que Dios les dé fuerza, que Dios les dé iluminación, el coraje de presentar la verdad en todo momento», deseó a los informadores. «El periodismo, cada periodista –agregó–, es un servidor de la verdad, un amigo de la verdad, y está llamado a presentar la verdad. (…) Hoy rezaremos para que el periodismo en Bolivia sea libre e independiente, un periodismo que responda a la ética, que responda a la verdad y no a la corrupción. Es muy triste saber que en Bolivia, muchos medios hacen negocios con el gobierno, por mucho dinero, y venden su ética».
El presidente de la CEB reconoció que no existe un periodismo neutral ni es fácil comunicar la verdad, pero señaló que los informadores que tengan ética han de estar «del lado de la verdad, y no de la corrupción y la mentira». «La realidad es la realidad», enfatizó, y citó dos asuntos sobre los que se deben dar explicaciones sin demora: uno, la reciente aparición de un avión del narcotráfico –«el Gobierno no puede callar, tiene que explicarnos qué es lo que pasa»–, y otro, el decreto sobre los transgénicos. «Tenemos que averiguar cuál es la verdad detrás de este decreto», dijo.
Centellas se mostró muy duro con la clase política. «Un político –llegó a afirmar–, en la mayoría de los casos, jamás es servidor de la verdad. Es servidor de sus intereses del poder y de la economía». E hizo saber que actualmente en Bolivia hay mucha gente que, con la pandemia, «realmente está sufriendo de hambre». En su opinión, hay que agradecer las numerosas muestras de solidaridad de la gente sencilla, pero estas no son suficientes; hacen falta decisiones claras y estructurales «para que ningún boliviano pase hambre».
Áñez, exvicepresidenta segunda del Senado, juró como presidenta de la República el pasado mes de noviembre, tras la huida del país de Evo Morales y de otros miembros del gabinete. Bolivia tenía que haber repetido las elecciones que desencadenaron aquella crisis el pasado 3 de mayo, pero el Tribunal Electoral las ha aplazado a causa de la pandemia. Hasta este 14 de mayo, Bolivia había informado de 3.148 infectados de COVID-19, con un saldo de 142 muertos.