(Efe/InfoCatólica) «En 1973 el cardenal Pell no solo era consciente del abuso sexual de niños por parte del clero, sino que también había considerado medidas para evitar situaciones que pudieran provocar chismes sobre ello», indica el documento.
La Comisión publicó su informe final en 2017, pero en él quedaron «pendientes de redacción» dos documentos con el objetivo de que no influyeran en la decisión de los magistrados que juzgaban a Pell por cinco cargos de abuso sexual contra dos menores en la década de 1990, que culminó con su absolución el mes pasado.
Tras quedar la decisión judicial en firme, ayer se desclasificaron ambos documentos, de más de 100 páginas, ante la Cámara alta del Parlamento australiano.
La Comisión Real considera que era «inverosímil» que las autoridades de la Iglesia Católica no dijeran nada a Pell sobre los casos de abusos sexuales en su ciudad natal.
Sacerdote pederasta víctima de su tío sacerdote
La Comisión Real dio cuenta de denuncias que apuntaban a que Pell habría intentado sobornar a David Ridsdale cuando éste era sacerdote en Ballarat, que fue una de las víctimas de su tío, el también sacerdote Gerald Francis Ridsdale.
David Ridsdale dijo en 2015 ante la Comisión Real que Pell le había dicho que desconocía que su tío abusaba de los niños.
Gerard Ridsdale, considerado como uno de los mayores pederastas de Australia, fue condenado en 2014 por cometer abusos sexuales contra unos 65 menores de entre cuatro y 16 años entre las décadas de 1960 y 1980, entre ellos alumnos del colegio St Alipius de Ballarat, ciudad del estado de Victoria, en el sur de Australia.
El pederasta Ridsdale vivió en los años 70 del siglo pasado en un seminario con el cardenal Pell, quien además acompañó al cura durante su primera comparecencia en el proceso judicial que se le abrió por pederastia.
El purpurado siempre negó tener conocimiento de los abusos sexuales ocurridos en Ballarat.
Un caso de 1989
La Comisión también determinó que en 1989 el cardenal Pell debió haber pedido a sus superiores, cuando era obispo auxiliar de la ciudad de Melbourne, que destituyeran al cura pederasta Peter Searson, quien falleció en 2009 sin que fuera juzgado.
De acuerdo con las denuncias formuladas ante la Comisión Real, Searson abusó de varios niños en las escuelas y parroquias en las que trabajó durante tres décadas.
«Correspondía a monseñor Pell, como obispo auxiliar con responsabilidades sobre el bienestar de los niños de la comunidad católica de su región, tomar las medidas necesarias para abogar por la destitución o suspensión del padre Searson o, al menos, en favor de una investigación exhaustiva de las acusaciones», según la Comisión.