(Asia News/InfoCatólica) El obispo auxiliar y administrador apostólico de Manila, Mons. Broderick Pabillo afirma que «las ceremonias religiosas son servicios esenciales» en estos tiempos.
Cuando los políticos y funcionarios, prosigue el prelado, evalúan «los servicios esenciales que deben permitir, tendrían que tomar en consideración la apertura de las iglesias y las celebraciones». La religión, agrega, «es muy importante para los filipinos» que encuentran en las Misas y en la oración «un elemento de fuerza, en especial modo en las dificultades». De hecho, concluye, en ocasiones de desastres naturales como los terremotos e inundaciones los primeros bienes que son salvados «son las Biblias y las imágenes sagradas».
El P. Elías Ayuban, superior de los misionero claretianos, se une a los pedidos de apertura, sobre todo en las áreas en las cuales no se registran casos. Ir al mercado está permitido, donde es difícil mantener el distanciamiento social, pero no frecuentar la iglesia: «Es hora de reabrir las puertas de las iglesias, para que las personas puedan rezar».
En estos días el gobierno de Manila disminuyó parte de las medidas restrictivas, si bien manteniendo la prohibición de acceso a los lugares de culto.
El próximo 13 de mayo está prevista la consagración de la nación a la Virgen María.