(Luis F. Pérez/InfoCatólica) Fracisco José Fernández de la Cigoña ha reproducido en su blog la carta que le ha escrito el delegado de medios de la archidiócesis de Barcelona en relación a las críticas que don Francisco José viene haciendo al cardenal Sistach por permitir que Manuel Pousa siga ejerciendo el sacerdocio tras haber confesado que pagó abortos al Periódico de Cataluña. Reproducimos, por su interés, la carta de la archidiócesis catalana:
Con fecha 13/06/09 usted ha calificado de hipócrita en su blog a nuestro Cardenal Arzobispo porque "para decirlo con las palabras de usted- "mantiene en su cargo a uno de sus sacerdotes que, según manifestó públicamente, dedicaba sus dineros a pagar abortos". Y concluye usted que "mientras mantenga a ese cura o, por lo menos, no le desautorice públicamente, reparando el escándalo que causó, no puede hablar del aborto".
A este respecto, puedo informarle que el sacerdote en cuestión compareció en el despacho del Sr. Cardenal y manifestó lo siguiente: "Las ayudas que la Fundación por mi constituida distribuye son para solventar las necesidades de personas y familias que se encuentran en situaciones de miseria y pobreza, para que puedan comer, pagar alquileres de la vivienda, vestirse, aliviar la vida de algunos presos, etc, pero no para pagar abortos".
Le agradeceríamos mucho que quiera actuar en consecuencias con estas declaraciones hechas bajo juramento de decir la verdad, respetando así el derecho a la buena fama y a no ser acusados injustamente tanto el Sr. Cardenal como el sacerdote en cuestión.
Con respetuoso saludo,
Jordi Piquer Quintana
Delegado de Medios de Comunicación Social.
La polémica en torno a Manuel Pousa dio comienzo el 21 de febrero del 2008, cuando el sacerdote aseguró haber pagado abortos en una entrevista concedida al Periódico de Cataluña. En la misma se podía leer lo siguiente:
-¿Qué opina del apoyo de la Conferencia Episcopal al PP?
-Me parece lamentable. Tienen una mentalidad conservadora. Las cosas no se pueden solucionar desde una moral prefabricada como pretende el catolicismo. A mí me interesa la persona. Cierto es que hay unos principios éticos, pero hay razones que, por ejemplo, llevan a determinadas mujeres a abortar. Yo he pagado abortos. Y la Conferencia Episcopal Española no se da cuenta de que el Evangelio no condena, sino que ofrece medidas liberadoras.
Un año largo después la archidiócesis de Barcelona asegura que el sacerdote ha dciho bajo juramento que la Fundación que él dirige no ha dedicado dinero a pagar abortos. Nada se dice de que él, personalmente, no lo haya hecho.