Pero, ¿pagó abortos o no?
Pero, ¿pagó abortos o no?
La carta que ha hecho pública nuestro querido Paco Pepe en su bitácora La Cigüeña de la Torre, demuestra el agrio cariz que ha tomado el caso Pousa en la Archidiócesis de Barcelona, amén de la situación tan dolorosa en la que se encuentra El Cardenal Martínez Sistach con uno de sus presbíteros que dijo haber pagado abortos y que ha llegado al punto de contestar a un laico – aunque de armas tomar – a través de un propio.
En síntesis, la relación de los hechos es la siguiente:
- Con fecha 21 de Febrero del pasado año, salió publicada una entrevista al sacerdote Manuel Pousa en elPeriodico.com donde reconocía, a preguntas del periodista, haber pagado abortos.
–¿Qué opina del apoyo de la Conferencia Episcopal al PP?
–Me parece lamentable. Tienen una mentalidad conservadora. Las cosas no se pueden solucionar desde una moral prefabricada como pretende el catolicismo. A mí me interesa la persona. Cierto es que hay unos principios éticos, pero hay razones que, por ejemplo, llevan a determinadas mujeres a abortar. Yo he pagado abortos. Y la Conferencia Episcopal Española no se da cuenta de que el Evangelio no condena, sino que ofrece medidas liberadoras.
- En el día de hoy, Francisco José Fernández de la Cigoña hace público en su blog una carta dirigida a su persona por Jordi Piquer Quintanta, Delegado de Medios de Comunicación Social del Arzobispado de Barcelona, donde afirma que el sacerdote Manuel Pousa, en presencia del Cardenal Martinez Sistach manifestó que:
Las ayudas que la Fundación por mi constituida distribuye son para solventar las necesidades de personas y familias que se encuentran en situaciones de miseria y pobreza, para que puedan comer, pagar alquileres de la vivienda, vestirse, aliviar la vida de algunos presos, etc, pero no para pagar abortos
Entre estos dos hitos varios medios digitales – páginas de información religiosa como Religión en Libertad, bitácoras como La Cigüeña, Cor ad Cor, Germinans o esta misma - se hicieron eco de la lamentable situación en la que se encontraba el sacerdote Manuel Pousa.
La carta enviada al autor de La Cigüeña de la Torre se encuentra lejos de aclarar la situación, ya que entre lo expresado por el sacerdote en el periódico y lo declarado en la carta hay una diferencia no sutil, desde luego: en el diario Manuel Pousa decía claramente: Yo he pagado abortos; ante el Cardenal, que su Fundación no había pagado abortos. Entre ambas declaraciones no hay contradicción lógica, de hecho, Manuel Pousa puede haber pagado abortos y su Fundación no.
Lo que podría haber sido la aclaración de una situación escándalosa, se ha resuelto infelizmente provocando, aún más si cabe, estupor y desasosiego en el pueblo cristiano.
El presbítero Manuel Pousa no solamente no ha rectificado las declaraciones respecto al tema del aborto, sino que tampoco ha pedido perdón por las injurias lanzadas contra el Santo Padre, ni por el escándalo provocado en el Pueblo Dios. Todo muy lamentable.
Que la situación para el Cardenal es muy dolorosa no lo pone en duda nadie. Tener un presbítero que manifiesta haber declarado abortos no es agradable, y menos para un Cardenal que aprovecha cualquier oportunidad para expresar la doctrina de la Iglesia en estea sunto. Lo que se entiende menos es por qué en todo este asunto no ha puesto en juego el Cardenal la autoridad que le ha sido conferida por el sacramento del orden, tanto por el escándalo provocado al pueblo cristiano, como por las armas que ha dado al Enemigo precisamente en una sociedad beligerante ante la Iglesia y todo lo que representa.
Hoy los antiguos conmemoramos la festividad de San Cirilo y San Metodio. Encomendamos al Cardenal Sistach a estos santos hermanos para que sepa y pueda dar una buena resolución a tan doloroso y desagradable asunto.
11 comentarios
Yo no entiendo cómo don Jordi Piquer Quintanta, delegado de Medios de Comunicación Social del arzobispado de Barcelona, probablemente a petición del cardenal Martínez Sistach, que el sacerdote Manel Pousa ha sido “acusado injustamente” por el bloguero don Francisco José Fernández de la Cigoña.
Si el 21 de febrero de 2008, es decir, hace muchísimos días, se publicó una noticia en la que se afirma que el padre Manel Pousa dijo: He pagado abortos”. Si además, este sacerdote dice que el Evangelio ofrece medidas liberalizadoras, entre las que cabe interpretar que está el aborto, me puede alguien decir dónde está la acusación injusta?
Si mintió el entrevistador y el padre Manel Pousa no dijo nunca “Yo he pagado abortos”, ¿por qué cuando se publicó no desmintió esta injuria? Muchos medios de comunicación se hicieron eco de las palabras atribuidas por el entrevistador al padre manel Pousa. ¿Por qué don Jordi Piquer Quintanta, como delegado de Medios de Comunicación Social del arzobispado de Barcelona que era probablemente ya el 21 de febrero de 2008, no informó al cardenal Martínez Sistach, de lo que se atribuía a un sacerdote de su archidiócesis ? ¿O es que ha sido nombrado con posterioridad? ¿Se puede saber cuándo?
Y si informó al cardenal Martínez Sistach, ¿por qué consintió el Cardenal que el sacerdote Manuel Pousa haya estado siendo “acusado injustamente” desde la fecha de la publicación de la entrevista, el 21 de febrero de 2008 hasta hoy?
Tampoco sé cómo el sacerdote no se ha desdicho delante del Cardenal de su afirmación de haber pagado abortos, sino que le dijo que las ayudas que su Fundación distribuye no son para para pagar abortos. Y si se desdijo, me parece incomprensible que el Cardenal no lo haya querido hacer constar en la carta.
El Cardenal sabía que la carta se iba a publicar y que muchos católicos y no católicos la íbamos a leer. ¿ Por qué no explica qué sucede con la afirmación “He pagado abortos” del padre Manel Pousa? ¿No podemos conocer la verdad? Si no nos aclara esta afirmación del padre Pousa, ¿por qué dice que está siendo “acusado injustamente”?
¿Considera el Cardenal que censurar a un sacerdote que declara que ha pagado abortos supone acusarlo injustamente? ¿Deberían haberse callado el bloguero don Francisco José Fernández de la Cigoña, entre otros, y aquellos lectores que manifestaron su opinión?
En mi opinión, y en cualquier caso, esta carta enturbia el asunto y aumenta el escándalo. Intentar pasar página así es hacerlo muy mal y muy tarde. ¿No tiene feligreses este sacerdote? ¿No merecemos conocer la verdad sobre algotan grave?
¿No podrían pedir perdón un Cardenal y un sacerdote si han provocado un escándalo y haber sido injustos con los católicos y no católicos q ue hemos sabido del “ Yo he pagado abortos” del Padre Pousa?
luis: ¿verá Pousa su sacerdocio coherente con su vida? ¿O se sentirá un funcionario?
Prudentius: hay mucho que reparar.
El día 13 de junio el bloguero Francisco José Fernández de la Cicoña publica un carta del cardenal Martínez Sistach sobre el aborto. Antes de transcribirla, Paco Pepe la comenta así:
“Esto dice un obispo sobre el aborto. Está muy bien. Lo que ocurre es que resulta algo hipócrita cuando ese obispo mantiene en su cargo a uno de sus sacerdotes que, según manifestó públicamente, dedicaba sus dineros a pagar abortos. Así que, señor cardenal, barra primero el aborto de su casa y luego pase a limpiar la ajena. Usted, mientras mantenga a ese cura en su parroquia o, por lo menos, no le desautorice públicamente, reparando el escándalo que causó, no puede hablar del aborto. Y si habla, peor. Porque no tiene la menor credibilidad”.
Después de la misiva, añade: Qué bonito. Y de su cura que paga abortos ¿qué?
Estos comentarios de Paco Pepe del 13 de junio de 2009 son los que han movido al arzobispo a mandar escribir una carta porque considera que Paco Pepe no está respetando el derecho a la buena fama de su persona y de la persona del sacerdote Manel Pousa. No lo movió que se publicara, el 21 de febrero de 2008, que un cura de su archidiócesis había afirmado que pagó abortos. No lo movió esclarecer enseguida ante toda la Iglesia si tiene un cura que se vanagloria de pagar abortos. No lo movió esclarecer si este sacerdote contribuyó a perpetrar esos crímenes contra la vida de unos seres inocentes. No lo movió la alarma y el daño moral, el escándalo, que la autoinculpación pública del cura provocó en la población española. Lo mueve su derecho a la buena fama.
El final de la breve carta no pasará a los florilegios. Dice así: “Le agradeceríamos mucho que quiera actuar en consecuencias con estas declaraciones hechas bajo juramento de decir la verdad, respetando así el derecho a la buena fama y a no ser acusados injustamente tanto el Sr. Cardenal como el sacerdote en cuestión”.
El problema, según la visión del cardenal, no es que durante casi un año y medio estemos inclinados a creer que, según publicó la revista, el cura Manel Pousa se ufanó de haber pagado abortos. ¿Por qué Martínez Sistach, el cardenal de su archidiócesis, calló durante estos meses sobre esa conducta aberrante y “excomulgante” para un católico. Y para más inri el señor cardenal emplea la carta para dejarnos en la incertidumbre de si Manel Pousa pagó abortos. ¿O nos deja la certeza de que pagó abortos puesto que un año y medio después el Cardenal de la Iglesia Católica no lo desmiente? Yo no sé si es torpeza expresiva del señor Piquer Quintana y del cardenal Martínez Sistach o algo mucho peor. Miguel, ¿tú qué piensas?
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