(CATHOLIC HERALD) Las iglesias católicas en Tanzania permanecen abiertas junto con otras iglesias, incluso cuando el resto del mundo cierra los lugares de culto para detener la propagación de COVID-19.
Fuentes eclesiásticas dijeron que miles de personas han acudido a las misas públicas después de la orden presidencial de que las iglesias y mezquitas permanezcan abiertas para que las personas puedan buscar refugio y una verdadera curación.
Otras naciones de África Oriental han cerrado iglesias y ordenado a las personas que se queden en sus casas.
El Domingo de Ramos, miles de personas asistieron a los servicios religiosos en todo el país, y se espera que muchos cumplan con la orden presidencial para este 12 de abril.
«Las iglesias permanecen abiertas como una ayuda espiritual, para combatir el virus», dijo el P. Chrisantus Ndaga, sacerdote de la Diócesis de Bukoba, al Servicio de Noticias Católicas el 8 de abril. «Estamos de acuerdo con la orden del presidente. La gente viene a rezar y buscar la intervención de Dios para el fin de la pandemia».
El P. Ndaga dijo que los sacerdotes están preparando oraciones especiales de Pascua contra la pandemia de coronavirus.
Al mismo tiempo, dijo que se están cumpliendo con todas las medidas de protección, higiene y seguridad, manteniendo la distancia adecuada entre las personas y evitando prácticas que pongan a las personas en contacto entre sí.
«También estamos siguiendo las normas de los obispos...las pilas bautismales se han cerrado», dijo el P. Ndaga.
El 22 de marzo, en medio de los anuncios del distanciamiento de las personas para evitar la propagación del virus, el presidente católico John Pombe Magufuli, dijo a las iglesias y mezquitas que continúen reuniéndose para alabar y glorificar a Dios.
«El coronavirus no sobrevive en el cuerpo celestial de Cristo. Pronto se quemará», dijo.
Tanzania ha mantenido las restricciones bajas al tiempo que refuerza las medidas preventivas y de cuarentena.
Pero algunos políticos y expertos en salud han señalado que la falta de control en las reuniones de la iglesia pone en riesgo a muchas personas.
Foto: el presidente de Tanzania, John Pombe Magufuli (foto del CNS / Thomas Mukoya, Reuters).