(ECCLESIA) Desde Misiones Salesianas, y como respuesta a la pandemia de coronavirus, han iniciado una campaña que pretende sensibilizar y recaudar fondos para los niños que viven en la calle. Según estimaciones, pueden ser entre 100 y 150 millones. En este momento de expansión de la pandemia, «tener una casa es fundamental para la supervivencia personal y colectiva», recalcan desde Misiones Salesianas. La campaña lleva por nombre «El peor lugar para ser niño».
Por este motivo, han habilitado una web en la que se publicarán contenidos de la campaña, y en la que también es posible realizar donaciones. Entre los casos concretos, desde Misiones Salesianas señalan algunos. Por ejemplo el de los misioneros en Luanda (Angola), en India o del Centro Don Bosco en Mekanissa (Etiopía). «Hace unas semanas salimos con el autobús y recogimos a todos los menores que nos encontramos en la calle para ayudarlos en estos momentos de emergencia», explican los misioneros del centro.
También muestran la historia de Gangadhar. «La pobreza y los malos tratos de su padre le hicieron tomar la decisión de irse a la ciudad. Nadie salió detrás de él ni nadie fue a buscarlo. Gracias a la ayuda de los misioneros salesianos, pudo salir de la calle y conocer qué es tener una familia y recibir educación para labrarse un futuro», cuentan desde la organización misionera.
Entre los datos del drama que supone la vida en la calle, la epidemia de COVID-19 es uno más. Muchos vienen de familias rotas, y en la calle sufren abusos sexuales o violencia callejera, además de las condiciones de gran insalubridad. El 75% de los niños de la calle sobreviven con menos de 2 euros al día.