Medidas en las diócesis de Chile por el coronavirus: 304 de los 434 contagiados están en la región metropolitana de Santiago
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Seguir atendiendo a los fieles y extremar las medidas sanitarias

Medidas en las diócesis de Chile por el coronavirus: 304 de los 434 contagiados están en la región metropolitana de Santiago

Chile es otro de los países hispanoamericanos que en esta semana ha decretado el cierre de sus fronteras, la suspensión de eventos masivos y el cierre de locales de ocio para contener la epidemia de coronavirus. Los obispos están también tomando medidas, en función de la situación en sus diócesis.

(Agencias/Iglesia.cl/InfoCatólica) En Chile se registraron 92 casos nuevos en 24 horas, alcanzándose según las cifras oficiales 434 contagios, 304 de ellos en la Región Metropolitana de Santiago, la capital [el sábado 21 subieron a 537 todo Chile y 359 en Santiago].

Ayer el Colegio Médico exigió transparencia al Gobierno en las cifras que entrega sobre el coronavirus y llamó a decretar cuarentena en la región Metropolitana, zona donde se concentra la mayor cantidad de casos en el país.

La presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, denunció que después de cinco días de haberse reunido con el presidente Sebastián Piñera, no habían tenido respuesta para colaborar en la emergencia y tomar sus recomendaciones.

Siches aseguró que actualmente «contamos con poca información para colaborar con el Gobierno» y dijo que los datos entregados actualmente son «incompletos, inconsistentes y tienen una tremenda falta de transparencia que no se había visto en la historia institucional de la salud pública chilena».

Además, indicó que resultaba imposible implementar la estrategia del Ejecutivo de diagnosticar para contener, porque hay problemas de saturación en la capacidad de diagnóstico y no se están aplicando los protocolos establecidos por la autoridad sanitaria.

Por todo ello pidió el cierre total de la región Metropolitana, manteniendo servicios básicos, abastecimiento y distribución y llamó a los ciudadanos a quedarse «en la casa, a no irse a la playa y a no movilizarse entre regiones», para evitar que se siga difundiendo el Covid-19.

Por su parte, el ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, respondió que es «insensato e innecesario» declarar una cuarentena total para combatir el coronavirus, que ya suma 434 casos en el país, una medida que le solicitan al Gobierno diversas autoridades locales y regionales.

«El daño que se produce es mucho mayor que el beneficio que se busca. Tenemos ancianos que viven solos, que dependen de una persona que los va alimentar al día, que no va a poder ir. Va a haber un acaparamiento masivo de productos que no van a estar disponibles para los que tienen menos dinero, va a haber especulación, entonces es una cosa de consecuencias tremendas. Es insensato e innecesario», dijo Mañalich en la televisión local 24 Horas.

El ministro recalcó que la cuarentena total implica un «toque de queda de 24 horas, con vigilancia militar y policial en las calles, con presidio de quienes no lo respeten, que se va a prolongar por el tiempo por lo menos durante tres meses».

«Lo que se está diciendo es absurdo, es una medida desproporcionada, la cuarentena tiene como sentido fundamental aislar a quienes están enfermos para que no contagien a quienes no lo están, ese es el sentido de una cuarentena, y tenemos que ir tomando las decisiones en la medida que sea necesario», explicó.

Ayer viernes 56 alcaldes habían enviado una carta dirigida al Presidente, Sebastián Piñera, al Congreso y a organizaciones sociales y políticas del país, con el claro objetivo de «sostener de forma urgente la necesidad de pasar cuanto antes a un estado de cuarentena obligatoria nacional».

«La experiencia de los países que han tenido más éxito en el control de la pandemia del Covid-19, así como la opinión de numerosas científicas y científicos, establecen que la medida más relevante para contener el contagio, y con ella la presión desbordante sobre los sistemas de salud, es la cuarentena», señala la misiva, que finaliza diciendo «Señor Presidente, no esperemos más, necesitamos una cuarentena obligatoria nacional ahora».

Además del documento enviado al Mandatario, a lo largo de la jornada hubo comunas que anunciaron cuarentenas comunales. En la Octava Región, Santa Juana, mientras que a lo largo del país también lo anunciaron municipios como Las Condes, Vitacura, La Reina y Maipú.

El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, sostuvo en TVN sobre la decisión de algunos municipios que «los alcaldes no pueden tomar medidas que van allá de sus atribuciones... Así que el llamado a las personas que nos siguen en estos momentos es que se guíen fundamentalmente por lo que establece la autoridad sanitaria, el Ministerio de Salud».

Finalmente, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció la creación de la «Mesa Nacional Covid-19», la cual contará con representación de los alcaldes y el Colegio Médico.

Chile declaró el pasado miércoles el estado de excepción constitucional por catástrofe en todo el territorio por 90 días, lo que habilita a disponer de las Fuerzas Armadas para labores de asistencia que ya realizan para garantizar los suministros y la atención sanitaria, entre otras cosas.

De momento, a nivel nacional, se suspendieron las clases en todos los centros educativos y se cerraron cines, teatros, restaurantes, bares, discotecas y eventos deportivos; además del cierre de fronteras y el establecimiento de unas aduanas sanitarias para controlar el tránsito interno por posibles casos de contagio o sospechosos.

A nivel regional existen situaciones concretas de cuarentena establecidas por condiciones específicas de riesgo.

Medidas tomadas por los obispos en sus diócesis.

Por su parte, los obispos están tomando diversas medidas en sus respectivas diócesis, para cumplir con su deber de proveer a los derechos de los fieles, velando por la salud de sus almas, así como con su obligación de contribuir al bien común cumpliendo las normas sanitarias que justamente éstén en vigor.

Pueden verse recopiladas en esta página web: http://www.iglesia.cl/40127-la-iglesia-catolica-en-chile-ante-emergencia-del-covid19.html

Incluimos las adoptadas por el Arzobispado de Santiago y por el Obispo de Villarrica: 

Arzobispado de Santiago de Chile. 19 de marzo de 2020

Siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias para contribuir a la protección de la salud pública del país, el Arzobispado de Santiago actualiza y profundiza sus medidas de precaución que regirán para toda la arquidiócesis, por el tiempo que se mantenga la crisis, para evitar el contagio de Coronavirus, contribuir al bien común y cumplir con nuestra tarea evangelizadora.

Medidas vigentes del Arzobispado de Santiago:

  • Misa diaria y dominical: Profundizando la medida ya tomada hace unos días, y a causa de la situación totalmente excepcional, hemos tomado la decisión que desde hoy, jueves 19 de marzo, quedan suspendidas todas las celebraciones públicas de la Eucaristía con participación regular de fieles; también las dominicales. Esta medida se mantendrá mientras dure la crisis. [El lunes 16 ya se había tomado la medida de pedir a los sacerdotes «que la eucaristía diaria –incluida la dominical- se celebre en grupos reducidos, no superiores a cinco personas. Si el sacerdote lo considera prudente, podrá decidir realizar la celebración de forma privada».
  • Precepto dominical: Reiteramos que todos los fieles de nuestra Arquidiócesis de Santiago están dispensados del precepto dominical mientras dure la actual situación.
  • Participación en misa desde los hogares: Animamos vivamente a los fieles a que participen de la Santa Misa por radio, televisión o internet. También los invitamos a hacer la comunión espiritual, especialmente el domingo, como medio de santificación y de comunión eclesial. Recomendamos además leer el Evangelio diario, para alimentarnos con el Pan de la Palabra.
  • Apoyo para orar en casa: La Vicaría de Pastoral ofrecerá subsidios para ayudarnos a vivir el domingo, para hacer la comunión espiritual, para acrecentar la oración y renovarnos en la piedad. También se pondrán a disposición diversos medios de comunicación digital que ofrecen la Santa Misa diaria, el rezo del Rosario y meditaciones, que nos pueden ayudar a vivir unidos al Señor en este tiempo de tribulación. Todos estos medios están disponibles en www.iglesiadesantiago.cl.
  • Misa diaria de sacerdotes: Se pide a los sacerdotes que, en la celebración diaria de la eucaristía sin presencia regular de fieles, incluyan peticiones por los fallecidos, enfermos y sus familias, y también por los profesionales sanitarios comprometidos a salvaguardar el bien común.
  • Puertas abiertas y opción por los pobres: Se invita a tener abiertas las Iglesias para que todos los fieles que lo deseen puedan orar personalmente y para que se atienda a las personas que, por razones de fuerza mayor, lo requieran. Se pide a los sacerdotes estar especialmente disponibles para atender a los enfermos, haciéndolo con prudencia, siguiendo el protocolo establecido por la Arquidiócesis (ver en www.iglesiadesantiago.cl) para evitar ser agentes de contagio. También se invita a las comunidades a estar atentas ante las necesidades de los más vulnerables, que serán especialmente afectados con esta pandemia.
  • Bautizos y matrimonios: En cuanto a los bautizos y matrimonios programados, si no se pueden postergar, pedimos que se realicen en grupos pequeños y siguiendo las directrices de las autoridades sanitarias. Los que no estén programados, solicitamos que se pospongan hasta superar esta crisis.
  • Velatorios y responsos: En relación a los velorios invitamos a las Iglesias a seguir prestando este servicio con acogida y disposición. También pedimos que los responsos se celebren de una manera simplificada y en grupos pequeños, siempre en diálogo con las familias, proponiéndoles hacer la misa de funeral cuando la situación se normalice.
  • Otros sacramentos: En todos los demás sacramentos, se pide a los ministros aplicar la prudencia pastoral, siempre en contacto con los fieles y proponiendo, cuando sea posible, celebrarlos más adelante.
  • Catequesis y otros: Están suspendidas todas las catequesis presenciales. También están suspendidas las charlas, encuentros formativos, conciertos, conferencias o eventos presenciales en templos y dependencias diocesanas. Esto no obsta que, con creatividad pastoral, se puedan hacer vía on line retiros, catequesis y otras instancias de formación.
  • Atención de los fieles: Se pide a las parroquias y demás espacios eclesiales procurar mantener la atención de los fieles a través de teléfono u otros medios digitales.
  • Atención del Arzobispado: A contar del jueves 19 de marzo, el Arzobispado de Santiago, sus vicarías, direcciones y unidades pastorales se encuentran atendiendo en la modalidad online; vía email, teléfono, Whatsapp y videoconferencia, entre otros. Ver más información en www.iglesiadesantiago.cl.
  • Respetar las disposiciones de las autoridades: Nuevamente pedimos a todos seguir rigurosamente las indicaciones que nos vaya dando el Ministerio de Salud para hacer frente a esta crisis sanitaria. Respecto a situaciones o consultas específicas para celebraciones en templos o santuarios, les pedimos consultar al mail [email protected].

La arquidiócesis irá actualizando su información en la medida que se requiera.

Animamos vivamente a todos los fieles católicos y personas de buena voluntad a unirnos en la oración para pedir al Señor por los enfermos, por sus familias, por el personal sanitario y por el pronto término de esta pandemia.

Pongámonos bajo la protección de la Santísima Virgen orando:

«Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos con la voluntad del Padre y a hacer lo que nos diga Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desoigas nuestras súplicas, que estamos en la prueba, y líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Amén».

Obispo de Villarrica. 17 de marzo de 2020

Coronavirus: Recomendaciones para nuestras comunidades

Hermanos sacerdotes:

Les vuelvo a escribir para recomendar algunas medidas que ayuden, dentro de lo posible, a mitigar los efectos del coronavirus entre la población, en nuestro caso entre los fieles y, sobre todo, los más vulnerables. No diré nada nuevo en relación a las medidas para prevenir el contagio. Todos tenemos acceso a la información que por todos los medios se está dando. Además, me limitaré a repetir, más o menos, lo que ya otras Diócesis han comunicado entre ayer y hoy. Un punto de referencia puede ser el comunicado de la Arquidiócesis de Santiago, que otras Diócesis han replicado textualmente. Los Párrocos junto al Consejo Pastoral Parroquial deben considerar la situación concreta de su comunidad para discernir qué medidas que aquí indico se pueden aplicar, cuáles no son aplicables y qué otras medidas no contempladas aquí se podrían tomar.

En tiempos en que experimentamos más fuertemente nuestra vulnerabilidad e impotencia, más necesitamos de la ayuda y del consuelo del Señor. Los fieles, especialmente los más sencillos y pobres, vuelven su mirada hacia Dios. Como el Salmista, con fe se dirigen a Él y le dicen: «A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo, inclina tu oído hacia mí; ven aprisa a librarme, sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve» (Sal 31, 2-4). Debemos estar disponibles para atender a las personas en sus necesidades espirituales.

  • Los sacerdotes no dejemos de ir en auxilio de los enfermos que requieran de la Unción de los Enfermos, sobre todo personas con riesgo vital, extremando las medidas sanitarias evitando contagiar o contagiarse. El Papa Francisco pidió que los sacerdotes «tengan el coraje de salir y acudir a los enfermos, llevando la fuerza de la Palabra de Dios y la Eucaristía». Si se puede, mantengamos los templos abiertos, pues es probable que los fieles quieran ir a orar.
  • En relación a la celebración de la Santa Misa, hay que tratar de cumplir la norma de que la participación de fieles no exceda de 50. Esto se aplica particularmente en el caso de los velorios y funerales. Con la máxima prudencia y del mejor modo pedir a la familia del difunto que sea ella la que pida a parientes y conocidos no asistir masivamente, limitándose a la familia directa y a otras personas más cercanas. También la Parroquia debe coordinarse con las funerarias en este mismo sentido.
  • Respecto a la Misa dominical, informar a los fieles que están dispensados a ir al templo, sobre todo las personas vulnerables: ancianos, enfermos crónicos, niños pequeños, etc. A estos últimos fieles no solo informarles, sino más aún motivarles a que se queden en casa y que santifiquen el Día del Señor de otra manera; siguiendo la Misa por los medios de comunicación social, leyendo la Palabra de Dios, rezando el rosario, etc. A los ministros que lleven la comunión a los enfermos hay que instruirles especialmente que cumplan con el mayor rigor los protocolos de sanidad.
  • En las Misas tratar de mantener la norma de no más de 50 fieles. Sugiero, si es posible, hacer lo que se ha hecho en otros países: aumentar el número de Misas dominicales, para que los fieles puedan participar sin superar el tope de 50. Para que esto se pueda hacer, podrían suspenderse algunas o todas las Misas en las comunidades rurales, celebrando en ellas el culto dominical con o sin comunión eucarística. Esta medida ha resultado en otras partes, pero es solo una sugerencia y, como otras cosas, queda a criterio del Párroco. Si se agregan Misas, cada Parroquia tendrá que informar a los fieles los horarios y los criterios de distribución. Por ejemplo, a la primera Misa que vengan solo mujeres, a la segunda solo varones. Esto es solo a modo de ejemplo, pero hay que buscar un modo de evitar que casi todos los fieles participen en la Misa de siempre y casi ninguno en las otras.
  • También es conveniente suspender todas las reuniones o encuentros de todo tipo, incluyendo la catequesis. Si ya hay programados matrimonios y bautismos, hay que conversar con los novios y padres de los niños acerca de la conveniencia de celebrarlos o no. Si ellos de todos modos quieren celebrar estos Sacramentos, hay que insistir que deben cumplirse las indicaciones dadas por las autoridades.
  • En nuestros templos, celebraciones litúrgicas o encuentros pastorales hay que tener en cuenta lo que ya se ha dicho profusamente por muchos medios:
    • Mantener la distancia de un metro con otras personas («vivir el metro cuadrado»).
    • No invitar a darse la paz o dársela sin contacto físico.
    • Dar la Comunión en la mano y explicar cómo se hace, pero sin obligar o imponer hacerlo.
    • Suprimir el agua bendita.
    • Pedir que los fieles eviten al máximo tocar cosas, sobre todo las imágenes religiosas.
    • Sugiero que los ministros que den la Comunión se laven las manos con jabón no solo antes de la Misa, sino también en el instante previo a la comunión. Hay que ser muy responsables y obedientes a las indicaciones dadas por los organismos de salud.

Estas indicaciones obedecen a la actual situación, pero hay que estar pendientes a lo que digan las autoridades competentes según se desarrolle la propagación del coronavirus.

Sigamos confiando en el Señor Jesucristo y en la poderosa intercesión de la Virgen María y de todos los Santos. Les invito a que junto con nuestros fieles, nos unamos a la oración del Papa Francisco:

«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.

Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Tú sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Amén.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.

No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita».

+Francisco Javier Stegmeier Schmidlin

Obispo de Villarrica

Villarrica, 17 de marzo de 2020

1 comentario

Saulo
Cuarentena total por sectores, equipos de proteccion y camas, Cerrar las fronteras YA. Que no os pase como en ESPAÑA. Un abrazo , alabado sea nuestro Seños Jesucristo.
22/03/20 3:55 AM

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