(Agencias/InfoCatólica) El excura francés Bernard Preynat, protagonista del caso de pederastia que ha creado el mayor escándalo respecto a los casos de abusos por sacerdotes y religiosos y a su posible encubrimiento por la jerarquía eclesiástica, fue condenado este lunes a cinco años de prisión firme por agresión sexual a menores.
La pena es inferior a la que pedía la Fiscalía, que había solicitado en el juicio ocho años de prisión. Durante el proceso, el fiscal Dominique Sauves señaló ante el tribunal que Preynat había «puesto en marcha un método para dar respuesta a sus pulsiones».
Preynat, de 75 años, acudió este lunes al Palacio de Justicia de Lyon donde la sentencia del Tribunal Correccional se comunicó a puerta cerrada por la epidemia del coronavirus, que ha llevado al Ministerio de Justicia a pedir que se anulen o retrasen los procesos en la medida de la posible y a cerrar los juicios al público.
François Devaux, presidente de la asociación que agrupa a varias víctimas y que llevó al arzobispo de Lyon, arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin ante los tribunales, consideró en declaraciones a EFE que la condena es «ejemplar», no tanto por el número de años sino por haber impuesto prisión firme.
«No tengo competencias para saber si es lo suficientemente dura pero en paralelo a la decisión del juez, creemos que la respuesta de la sociedad no está a la altura», indicó Devaux.
El exsacerdote, que solía dirigir campamentos infantiles entre 1971 y 1991, período durante el cual abusó de numerosos jóvenes de entre 7 y 15 años, siguió trabajando en el seno de la diócesis de Lyon hasta 2015 pese a las numerosas denuncias y llamadas de atención que habían llegado en su contra.
El arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, fue condenado en primera instancia por encubrir a Preynat y absuelto en enero en apelación. Había presentado su dimisión al Pontífice el 19 de marzo de 2019. El Papa la rechazó hasta que fuera juzgado y la aceptó finalmente a principios de marzo de este año.
Devaux, una de las víctimas de Preynat, declaro que la pederastia no se cura con cárcel sino con tratamientos y apuntó que las sentencias de la Justicia civil son incoherentes y poco fiables por la divergencia de las decisiones en el caso de Preynat y de Barbarin.
Informó además que su asociación ha decidido apelar la decisión sobre Barbarin ante el Tribunal Supremo.