(Agencias/InfoCatólica) El nuevo presidente de la CEE asegura que entra «en este camino con temblor, porque nunca he sido presidente. Lo haré fijándome en mis predecesores y más concretamente en Don Ricardo, siempre prudente y en comunión con todos, y con gran amor a este mundo que nos toca vivir. No podemos servir a una sociedad o a una iglesia si no amamos».
El Arzobispo de Barcelona ha adelantado que se va a elaborar un nuevo plan pastoral para el año próximo. El mismo estará orientado «a cómo caminar juntos para dar respuesta a la sociedad y a la Iglesia con la tarea que tenemos. Como dice el Papa, debemos ser evangelizadores en el mundo de hoy. Una Iglesia en salida, en contacto con la sociedad. En los nuevos estatutos hay algo significativo, que es potenciar la sinodalidad, caminar juntos. Es lo que propugna el Papa Francisco».
El cardenal Omella ha manifestado la disposición de la CEE para dialogar y colaborar con todas las instituciones del estado español:
«Estamos al servicio del bien común. Debemos colaborar, porque todos nos necesitamos: las instituciones y las asociaciones privadas y públicas. Yo al Gobierno actual, en una sociedad tan compleja, les deseo el éxito en temas complicados que tocan cada día. Rezaré y colaboraré en la medida de lo que pueda».
En cuanto al conflicto con los separatistas catalanes, el arzobispo de Barcelona ha subrayado que el papel de la Iglesia es la de «buscar los caminos dirigidos a la creación de puentes, la convivencia y la fraternidad». Además, ha asegurado que «cuando hay voluntad de caminar juntos, podemos conseguirlo, porque si buscamos el enfrentamiento, se producen heridas y dolor, algo que no quiero para el pueblo español ni para la Iglesia Católica».
Al ser preguntado por la Memoria Histórica, el cardenal ha respondido que «la convivencia es posible y no confrontar. Debemos unirnos en el amor y saber perdonarnos. Todos tenemos que pedir perdón y avanzar en la reconciliación».
Reaccion del Gobierno
Por su parte, el Gobierno socialcomunista de España confía en que la elección del cardenal Juan José Omella al frente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) permita mantener las «habituales buenas relaciones» que el Ejecutivo tiene con la Iglesia.
Así lo ha manifestado este martes la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, preguntada por el nombramiento del arzobispo de Barcelona como nuevo presidente de la CEE.
Montero espera que, cuando la agenda lo permita, se produzca una reunión entre la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y Omella para poder hablar de los temas que afectan a la Iglesia.
«Hay que ser eficaces en los temas que tenemos que abordar y que están pivotados en la vicepresidencia primera del Gobierno», ha declarado Montero, que ha deseado «toda clase de suerte» al nuevo presidente de la CEE