(ABC) La Duma de Rusia ha aprobado recientemente conceder cheques bebé de hasta 600.000 rublos (8.672 euros) en un intento por hacer frente al descenso de la natalidad, una cuestión que el presidente, Vladimir Putin, ha calificado de «preocupante».
«Esta es una de las iniciativas más importantes en el marco de la implementación de la agenda del presidente. El jefe de Estado ha establecido la tarea de que estos cambios sean retroactivos y afecten a las familias en las que los niños nacieron a partir del 1 de enero de 2020», ha asegurado el presidente de la Cámara Baja del Parlamento, Viacheslav Volodin.
La nueva legislación prevé dar a aquellas familias o madres solteras que tengan su primer hijo a partir de este año un cheque bebé de 466.000 rublos (6.732 euros), una cuantía 10 veces superior al salario medio percibido por la población del país, tal y como ha señalado el Servicio Estatal de Estadística.
Para el nacimiento de un segundo hijo, el Estado dará ayudas de 616.000 rublos (8.901 euros). Con una tasa de fertilidad de menos de dos nacimientos por mujer, Rusia se enfrenta a un problema de natalidad para mantener una población de 147 millones de personas.
Rusia, geográficamente el país más grande del mundo, es el noveno con mayor población, por detrás de Bangladesh. Putin ha citado problemas económicos como el principal factor tras el descenso de la natalidad y ha asegurado que la baja tasa supone una «amenaza directa» para el futuro del país.
Para Putin, Rusia atraviesa un «periodo demográfico complicado» con unos pronósticos negativos y «preocupantes», por lo que ha instado a «garantizar para la mitad de la década un crecimiento natural de población estable».