(Gaudium Press) ¡3 años! Este el tiempo que lleva secuestrada la Hermana Gloria Cecilia Narváez, religiosa colombiana de la Congregación Franciscana Misionera de María Inmaculada, quien perdió su libertad en el año 2017 mientas realizaba su labor misionera en Mali, África.
Los Obispos colombianos, reunidos esta semana en Bogotá en la 109º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), han manifestado que no se han olvidado de la religiosa y siguen orando para que la misionera recupere pronto su libertad.
Así lo hizo saber Mons. Mario de Jesús Álvarez, Obispo de Istmina-Tadó y miembro de la Comisión de Animación y Pastoral Misionera de la CEC, quien saludando a las hermanas de la Congregación de la religiosa colombiana, ha señalado:
«No nos hemos olvidado de la hermana Gloria Cecilia Narváez, no las olvidamos a ustedes, las tenemos particularmente presentes y este 7 de febrero elevaremos con ustedes una oración confiada a Dios para el Señor toque el corazón de esta gente y la hermana encuentre nuevamente la libertad».
Mons. Oscar Urbina Ortega, Presidente del Episcopado Colombiano durante una rueda de prensa celebrada este 7 de febrero en el marco de la Asamblea Plenaria, también afirmó: «Nosotros seguimos orando y esperando (...) No hemos cesado de estar pendientes y de hacer los caminos, pero está en manos de la Secretaría de Estado del Vaticano. Nosotros en la confernecia y en las diócesis oramos por la familia, por ella y por la comunidad de las hermanas franciscanas».
La hermana Gloria Cecilia nació el 25 de septiembre de 1961 en Buesaco, departamento de Nariño. En el año 2002 viajó como misionera a África, dedicándose al servicio de las personas más vulnerables, sobre todo los niños huérfanos que viven en la aldea de Karangasso, Mali.
Fue allí donde el 7 de febrero de 2017 fue secuestrada por 4 hombres armados, quienes manifestaron ser yihadistas. En la ocasión otras 3 religiosas de la comunidad salieron ilesas.
En estos 3 años de secuestro varios han sido los esfuerzos que se han llevado a cabo para que la misionera goce de libertad, sobre todo en su país, con la participación incluso del Grupo Gaula de la Policía Colombiana, que es experto en estas situaciones. La Cancillería del país también ha trabajado por la liberación de la hermana, y la Iglesia colombiana confía en las labores que pueda hacer el Vaticano desde la Secratía de Estado de la Santa Sede, que también está al tanto del secuestro de la religiosa.
En el tiempo del cautiverio de Gloria Cecilia pocas han sido sus pruebas de supervivencia, unas 3, recordándose especialmente la que se dio a conocer en junio de 2018, de la que hicieron eco varios medios de comunicación colombianos.
Se trató de un video en el que aparece la hermana en buen estado de salud, acompañando a Sophie Pétronin, trabajadora humanitaria y ciudadana franco suiza secuestrada en diciembre de 2016, quien aparece enferma. En el video la misionera colombiana pide ayuda al Papa Francisco para su liberación como ya lo había hecho en una segunda prueba de supervivencia que fue difundida en enero de 2018.
Desde que se conoció la noticia del secuestro de la misionera, la Iglesia en Colombia, tanto los obispos como las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, han elevado incontables plegarias para que la hermana Gloria Cecilia goce pronto de su libertad, pidiendo a Dios que transforme los corazones de sus captores y pueda regresar pronto con su familia y comunidad.
Con información de Conferencia Episcopal de Colombia.