(ECCLESIA) El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, responsable del Departamento de Trata en la Comisión Episcopal de Migraciones, resalta en su última carta pastoral, la vida de Josefina Bakhita y especialmente su vocación consagrada. «Secuestrada a los 9 años, vendida como esclava y llevada a una ciudad de Sudán. Su espalda fue lienzo donde quedaron plasmados la humillación y el maltrato. Y tras un largo itinerario geográfico y vital, descubrió al Señor de la vida en un Instituto italiano donde se consagró como religiosa. Pudo dar nombre así a lo que desde niña sentía en su corazón. En sus memorias escribió: ̏Viendo la creación, el sol, la luna y las estrellas, decía dentro de mí: ¿Quién será el Dueño de estas bellas cosas? Y sentía grandes deseos de verle, de conocerle y de rendirle homenaje˝». Ante esto, el obispo destaca 7 palabras: «Secuestro, venta, huida, tatuaje, África, libertad y vocación. Las 5 primeras son resumen de tantas víctimas de la Trata de personas. ¿Por qué no van a ser también las 2 últimas?».