(ForumLibertas.com) Las diferencias de sexo en las preferencias de juguetes de los niños se encuentran entre las mayores diferencias de sexo conocidas por la psicología, y la magnitud de estas diferencias no ha cambiado en 50 años, a pesar de la creciente publicidad de juguetes de género.
Este es el hallazgo de los investigadores Jac T. M. Davis y Melissa Hines, investigadores en el Gender Development Research Centre de la Universidad de Cambridge, publicado en los Archives of Sexual Behavior.
En el estudio se parte de que, si bien se reconoce que hay diferencias relacionadas con el sexo en las preferencias de juguetes de los niños, la magnitud de estas diferencias no se había medido con precisión.
La investigación ha consistido pues en un «examen sistemático y metaanálisis que combinó 113 tamaños del efecto de 75 estudios para estimar la magnitud de las diferencias relacionadas con el sexo en las preferencias de juguetes. También se evaluó el impacto del uso de diferentes juguetes o métodos para evaluar estas diferencias, así como el efecto de la edad en las preferencias de juguetes relacionadas con el género».
Los resultados han sido «sorprendentes», tal y como explican en sus conclusiones los investigadores: «Los niños prefirieron los juguetes relacionados con los niños más que las niñas, y las niñas prefirieron los juguetes relacionados con las niñas más que los niños».
Estas diferencias son grandes (d ≥ 1.60). Las niñas también prefirieron los juguetes que los investigadores clasificaron como neutros más que los niños (d = 0,29). La preferencia por juguetes típicos de cada sexo respecto de aquellos atípicos también fue grande y significativa (d ≥ 1.20).
Cuando sólo se consideraron las muñecas y los vehículos, las diferencias dentro del sexo fueron aún mayores y de tamaño comparable para niños y niñas.
El estudio también encontró que «las diferencias relacionadas con el sexo aumentaron con la edad».
Y todo esto después de décadas de propaganda de género y de juguetes supuestamente «no sexistas».
La realidad es esa piedra en la que chocan las ocurrencias de la ideología de género.