(Asia News) El cardenal hizo la siguiente declaración:
«Me dirijo al pueblo libanés para decirle que no se deje carcomer por la duda y por el rechazo a priori y evite no dar una posibilidad al gobierno para poner en práctica un programa de salvamento y un plan de trabajo».
En la homilía de la misa celebrada ayer en la sede patriarcal en Bkerké, el patriarca maronita agregó que durante este periodo no deben producirse «desórdenes, daños a bienes públicos y privados, incendios de neumáticos y bloqueos viales».
El purpurado mantuvo una conversación con el primer ministro Diab en la que le aseguró la colaboración de la Iglesia, al mismo tiempo que le mostró su preocupación por la situación
El anuncio del nuevo ejecutivo llegó al final de la tarde del 21 de enero, tres meses después de la dimisión del anterior Primer Ministro, Saad Hariri, abrumado por las protestas callejeras de los ciudadanos que piden reformas económicas y lucha verdadera contra la corrupción.
Los manifestante pedían un ejecutivo formado por «expertos independientes» para afrontar la peor crisis en el Líbano desde el fin de la guerra civil (1975-90). El hecho de que el nuevo gobierno esté formado por miembros de los diversos partidos políticos ha provocado que se hayan producido nuevas manifestaciones, antes incluso de que se haya puesto en marcha.