(Bernardo Cervellera/AsiaNews) – «Los jóvenes vietnamitas se sienten atraídos por la vida monástica»: es lo que afirma el Padre Juan Bautista Dung, un monje cisterciense de la abadía de Nuestra Señora de Phuoc Son. La abadía se levanta en un complejo ubicado cerca de Vungtau, a unos 70 km al sur de Ho Chi Minh City. Allí viven 220 monjes, de los cuales 80 son novicios y postulantes (foto 1). Dentro del monasterio, además del trabajo y la oración, también hay salas destinadas al estudio de la Teología.
Al presentar a algunos jóvenes novicios, el Padre Dung explica que los vetnamitas son un pueblo cuya religiosidad se arraiga en las antiguas tradiciones budistas y taoístas. La decisión de ingresar al monasterio también halla un apoyo en un pasado de persecución, que empuja a tomar decisiones radicales para la vida.
Como todo monasterio benedictino, los monjes trabajan para procurarse el alimento de forma autosuficiente, cultivando el arroz y las plantas medicinales, y trabajando puertas adentro en tareas de lavandería, cocina y limpieza. Una parte de la cosecha de arroz se dona a los pobres.
La abadía también cuenta con un edificio donde los fieles de la zona pueden alojarse para realizar retiros y ejercicios espirituales.
La capilla es el edificio central, y fue construida siguiendo un estilo oriental, con el techo rematado en esquinas puntiagudas (foto 2). Este es apenas uno de los pequeños signos con que los monjes cistercienses tratan de acercar la vida benedictina a la cultura vietnamita.
Ese también fue el objetivo que llevó a su fundador, el Pbro. Henri Denis, a iniciar la experiencia benedictina en este suelo. El Padre Denis (1880-1933) llegó a Vietnam como misioneros de las Misiones Extranjeras de París. En 1918 optó por la vida monástica, y con el nombre de Benedicto comenzó a congregar a muchos jóvenes que se sentían atraídos por la vida austera y la experiencia comunitaria. En aquella época, el monasterio estaba ubicado en la diócesis de Hue, en la región central de Vietnam.
En 1954, cuando Vietnam quedó dividido entre Sur y Norte, los monjes se refugiaron en el Sur. Luego, con la reunificación del país, en 1975, el monasterio atravesó momentos difíciles. Dado que el régimen prohibía la vida en común, muchos monjes tuvieron que vivir su vocación permaneciendo con su familia, y los momentos comunitarios con los demás religiosos se volvieron esporádicos. Algunos incluso fueron llevados a prisión.
Después del año 1986, en Vietnam se inauguró la campaña de reformas económicas; la nueva apertura al mundo también permitió una libertad religiosa más amplia, en la cual florecieron muchas vocaciones.
Actualmente en Vietnam hay nueve monasterios cistercienses masculinos y tres femeninos. Según las estadísticas publicadas por la Orden en el 2015, hay cerca de 1002 monjes y 244 monjas en total.
Por el Padre Denis (que cambió su nombre por Benedicto Thuan), cuyos restos descansan en el jardín del monasterio de Phuoc Son (foto 4), está en curso una causa de beatificación.