(Fides/InfoCatólica) «Caminamos de manera honorable, en un tiempo sin honor, y creemos que Dios hará victoriosas a las personas honorables». Con estas palabras, el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, ha intervenido ante el Patriarca Tawadros, los obispos, sacerdotes, religiosos y la multitud de fieles reunidos en la Catedral dedicada a la Natividad, en la nueva capital administrativa de Egipto, con motivo de su participación en la vigilia de Navidad, celebrada por la Iglesia copta en la tarde del lunes 6 de enero.
Ya son seis los años en los que el presidente egipcio asiste a la liturgia de la vigilia navideña celebrada por el Patriarca copto ortodoxo. Esta circunstancia, ha brindado al presidente la oportunidad de expresar sus pensamientos dirigidos no solo a la comunidad copta, sino a toda la nación, con palabras de inspiración patriótica y llamamientos a todos los egipcios a superar las divisiones y hacer un frente común contra las insidias del exterior.
«Mientras estemos unidos», ha dicho el presidente egipcio, «no debemos preocuparnos, y solo debemos ocuparnos de los que nos rodean». Después entrando en el terreno del lenguaje religioso, el líder político ha enfatizado que «si amamos a Dios, debemos amarnos los unos a los otros, y no debemos permitir que nadie siembre la discordia entre nosotros».
Refiriendose a las tensiones y conflictos que azotan la región de Oriente Medio, al Sisi también ha señalado que Egipto podría haberse visto absorbido por crisis devastadoras, como ha sucedido y está sucediendo a otras naciones del área. «Pero mientras estemos unidos», ha agregado el presidente egipcio, «nadie podrá arrastrarnos a tales situaciones».
Después de su discurso, y antes de abandonar la asamblea litúrgica, el presidente egipcio ha ofrecido al Papa Tawadros II un ramo de flores en nombre de todos los egipcios.
La nueva catedral copta, dedicada a la Natividad de Jesús se encuentra en el área urbana a 45 km de El Cairo, destinada a convertirse en la nueva capital administrativa de Egipto. En la celebración han estado presentes representantes de la Universidad sunnita de al Azhar y numerosos representantes del gobierno egipcio, incluido el primer ministro Mostafa Madbouly.
La misma catedral, inaugurada oficialmente el año pasado, quiere representar un símbolo de la estrategia política con la que al Sisi pretende garantizarse el beneplácito de la Iglesia copta hacia su persona y su proyecto político.
La actual Presidencia egipcia ha contribuido directamente con 100 mil libras egipcias a la primera financiación de las imponentes obras urbanas. Según el líder egipcio, el nuevo lugar de culto representa «un mensaje para Egipto y para todo el mundo».
Los medios de comunicación egipcios presentan la nueva catedral copta como «la iglesia más grande de Oriente Medio». El diseño arquitectónico de la catedral, fiel a la tradición copta, quiere recordar el perfil del Arca de Noé y, por lo tanto, volver a proponer la imagen de la Iglesia como una «barca de salvación que navega a través de las dificultades de la historia, hacia el destino celestial del Paraíso».
En el plan urbano de la nueva capital administrativa, al Sisi ha querido incluir también la construcción de la mezquita más grande del país, con el objetivo de presentar la catedral y la mezquita como símbolos de convivencia y unidad nacional.