(LifeSiteNews) El gobierno de Columbia Británica amenazó con penalizar a un hospicio no religioso si no cumple sus pautas y permite que sus pacientes sean asesinados en el sitio a través de un programa de muerte asistida con medicamentos.
El gobierno podría llegar a cerrar a Delta Hospice Society, que opera las 10 camas del Irene Thomas Hospice en Ladner, BC, dice Alex Schadenberg, de la Euthanasia Prevention Coalition.
El ministro de salud del Nuevo Partido Demócrata (NDP), Adrian Dix, dió a Delta Hospice Society hasta el jueves para elaborar las pautas para cumplir la política de la Fraser Health Authority, que obliga a que en todas las instalaciones, a excepción de las de instituciones religiosas, que pueden objetar por motivos religiosos, se pueda administrar la eutanasia, informó Globe and Mail.
Una larga batalla: la implantación en 2016 de la eutanasia
Es el último punto de una larga batalla que comenzó en septiembre de 2016, cuando la Fraser Health Authority adoptó su política sobre la eutanasia, eufemísticamente conocida como «atención médica en la muerte» (MAiD), que el gobierno liberal de Justin Trudeau legalizó en junio.
La fundadora del hospicio y luego directora ejecutiva Nancy Macey se negó a permitir la eutanasia en el Irene Thomas, argumentando que los pacientes tendrían que ser trasladados a otra institución para ser asesinados porque la inyección letal es incompatible con los cuidados paliativos y viola la constitución del hospicio, que establece que no se acelerará la muerte de ningún paciente.
El hospicio tiene contrato con Fraser Health Authority, quien lo financia con 1.3 millones de dólares anuales, o un poco menos de la mitad de su presupuesto operativo, el resto proviene de donaciones privadas, y son los dueños del terreno en el que se encuentra el edificio, que arriendan al hospicio, según el Vancouver Sun.
Fraser Health Authority emitió un decreto en febrero de 2018 que imponía que el hospicio debía ejecutar la eutanasia en el sitio, pero Delta Hospice Society dijo que no lo haría.
La diferencia entre cuidados paliativos y la amenaza de eutanasia
En ese momento, Macey y Janice Strukoff, administradores de Delta Hospice Society, dijeron al Vancouver Sun que la eutanasia de los pacientes no solo va en contra de la constitución del hospicio, sino que también avivaba los temores y las ansiedades de los pacientes vulnerables y traumatizaría no solo a ellos, sino también al personal y a los voluntarios.
«Los cuidados paliativos del hospicio no buscan acelerar la muerte del paciente, por lo tanto, nos oponemos a la intimidación que actualmente tiene lugar en Columbia Británica», dijo Strukoff.
Fraser Health Authority ordenó en septiembre de 2018 que los hospicios no podían transferir a un paciente a otra institución para ser ejecutado por eutanasia, según el Vancouver Sun.
En septiembre de 2019, la junta del hospicio despidió a Macey y votó a favor de la eutanasia, informó. Sin embargo, después de una campaña de entre los socios, se eligió una nueva junta en la reunión general anual del 28 de noviembre. La nueva junta votó a favor de revertir la política de permitir la eutanasia, argumentando que hacerlo estaba en contra de Delta Hospice Society, despidiendo al director ejecutivo interino y nombrando uno nuevo.
La Canadian Society of Palliative Care Physicians y Canadian Hospice Palliative Care Association apoyaron la decisión de Delta Hospice Society en una «Llamada a la acción» conjunta el 27 de noviembre.
«Los cuidados paliativos y MAiD difieren sustancialmente en múltiples áreas, incluso en filosofía, intención y enfoque. El cuidado en el hospicio no busca acelerar la muerte o poner fin intencionalmente a la vida», decía el comunicado.
«MAiD no es parte de los cuidados paliativos; no es una extensión de los cuidados paliativos, ni es una herramienta de cuidados paliativos. Las organizaciones nacionales e internacionales de cuidados paliativos están unificadas en la posición de que MAiD no es parte de la práctica de los cuidados paliativos», agregó.
La penúltima batalla: retirada de subvención pública
Fraser Health Authority respondió a la decisión insistiendo en que el hospicio tenía que cumplir con su política y se reunió con los miembros de la junta el 5 de diciembre. Ahora el ministro de salud, Adrian Dix, sugiere que la provincia retire los fondos, como castigo más drástico, si el hospicio no cede a la aplicación de la eutanasia.
«Vivimos en una sociedad libre», dijo Dix a Globe and Mail. «Delta Hospice Society puede decidir que no desea continuar recibiendo el apoyo de Fraser Health Authority en su misión. Puede elegir hacer su misión. Por supuesto que puede trabajar a su manera. Pero no puede trabajar de ambas maneras».
Pero Schadenberg dice que el ministro y Fraser Health Authority están abusando de sus roles al «forzar e intimidar» al hospicio para que aplique la eutanasia. Ha solicitado a la Dra. Victoria Lee, presidenta de Fraser Health Authority, y al Ministro Dix que apoyen a la sociedad.
Los resultados de esta batalla tendrán gran alcance, dijo Schadenberg a LifeSiteNews.
«Si Delta Hospice Society cierra, los residentes de Delta perderán el hospicio de 10 camas, ya que son conocidos por brindar una excelente atención al final de la vida», dijo.
«Si Delta Hospice Society se ve obligado a aplicar la eutanasia, entonces todos los grupos de cuidados paliativos de Canadá se verán obligados a aplicar la eutanasia».
Para firmar la petición EPCC que respalda a Delta Hospice Society, vaya Aquí.