(Asia News) Los hechos ocurrieron en la parroquia de Lộc Hưng, que se encuentra en la circunscripción nro. 6 del distrito de Tân Bình; el lugar ha sido durante mucho tiempo el hogar y sustento para muchas familias y personas que emigraron del Norte comunista al dividirse el territorio de Vietnam, en 1954,. Se trata en su mayor parte de familias pobres, estudiantes, ex prisioneros de conciencia y veteranos de la armada survietnamita.
El 4 de enero de 2019, las autoridades locales recurrieron a un gran despliegue de la fuerza pública y a excavadoras para apropiarse, requisar y destruir todas las viviendas de estas personas. A pesar de la desesperante situación de miseria que atraviesan desde entonces, todas las noches, a las 19 horas, estos católicos continúan rezando el Rosario con devoción, junto a la imagen de la Virgen María ubicada frente a los jardines de Lộc Hưng.
El último episodio violento que sufrieron fue en la mañana del 8 de diciembre pasado, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Un grupo de fieles se estaba dedicando a armar un Belén, cuando las autoridades locales irrumpieron en el lugar vestidos de civil y acompañados por pandilleros para impedirlo Los habitantes se resistieron, invocando el derecho a la libertad religiosa. Los católicos de Lộc Hưng contaron todo lo sucedido en la cuenta grupal de las redes sociales. Cerca de las 9 de la mañana, las autoridades abatieron el armazón de madera donde iba a colocarse la representación sacra. Los fieles no se desanimaron y retomaron sus tareas por la tarde. Las autoridades intervinieron una vez más, para detenerlos.
Los habitantes se opusieron nuevamente y la policía efectuó tres arrestos, esposando a la Sra. Cao Thị Thu, al Sr. Phạm Trung Hiếu y al joven Phạm Duy Quang. El grupo fue liberado cerca de las 22 horas. En el enfrentamiento (ver vídeo), los agentes destruyeron las estatuas de María y José. «La represión de ayer fue realmente brutal», declaró Phạm Duy Quang a RFA al día siguiente de la violencia. «A las 15:30 – agregó – estábamos todos reunidos para rezar y prepararnos para alistar el pesebre. Luego de la oración, apareció en el lugar un gran despliegue de fuerzas con el objetivo de destruirlo. Nos golpearon y nos arrinconaron». Pham cuenta que los tres fueron acusados de incitación a «asambleas masivas para perturbar el orden social».
La Sra. Cao dice que fue agredida por las autoridades antes de ser arrestada, «solo estábamos reunidos allí para proteger el pesebre – explica –. Tengo 58 años y mi audición es pobre. Pero me golpearon en la cara y me tropecé. Senti caer un ladrillo sobre mi pie. Fue tan doloroso, que recogí el ladrillo, lo arrojé lejos y comencé a huir. Ahí fue cuando me arrestaron, acusándome de haber arrojado un ladrillo [contra ellos], lo cual es una violación administrativa». La anciana agrega que la policía le pidió aceptar ser arrestada o de lo contrario, debía abonar una multa de 750.000 dongs (29,24 euros), pero ella se negó. «Les respondí: por supuesto que no, no pagaré aunque me retengan, así que firmé el informe sin nada que temer».