(AsiaNews) Al menos 20 años: es este el tiempo que se necesitará, si la guerra en Yemen terminar ahora, y hay pocas posibilidades de que eso ocurra, para que los niños en Yemen regresen al menor nivel de desnutrición que sufrieron antes de que estallara el conflicto. Es un cuadro alarmante, el que surge del último informe -publicado en estos días- por el International Rescue Committee (IRC), según el cual el conflicto en el país árabe costará, si continuará por otros 5 años, al menos 29 millardos de dólares a la comunidad internacional en recursos y ayudas humanitarias.
Lleva por título: «La guerra destruye nuestros sueños», el documento de 20 páginas confirma que Yemen es hoy la nación en el mundo con el número más vasto de personas que viven en situación de inseguridad alimentaria. Y la situación parece estar empeorando constantemente: hace menos de un año se declaró la hambruna en ciertas partes del país y los niños eran los que más sufrían.
La nación árabe, ya desde hace tiempo es la más pobre de toda la península árabe, cayó en un conflicto sangriento después que los rebeldes houthi, apoyados por Irán, conquistaron la capital Saná en 2014. El enfrentamiento entre gubernamentales filo-sauditas y rebeldes generó en marzo de 2015 la intervención de la coalición árabe guiada por Riad. Hasta hoy el conflicto ha provocado más de 90 mil víctimas entre civiles y combatientes.
Las divisiones a nivel local se transformaron en una guerra que causó millones de evacuados y provocó según la ONU «la peor crisis humanitaria en el mundo». Cerca de 24 millones de yemenitas viven al límite de la pobreza. Los niños soldados son cerca de 2.500 y la mitad de las jóvenes se casan antes de los 15 años.
Según el informe, el conflicto no disminuyó la influencia iraní; en cambio, parece haber reforzado a los separatistas y desestabilizado aún más a la región, con inseguridad en Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU). Repercusiones se registraron también a nivel global en término de provisiones energéticas y la difusión de grupos terroristas, entre los cuales al-Qaeda e ISIS.
Las «terribles previsiones de hoy, afirma el presidente de Ceo IRC, David Miliband, son el espejo y el costo de años de ̏impunidad˝. Lo que es peor, agrega, ̏es que la guerra en Yemen se realizó con el apoyo activo sobre el plano militar y diplomático de EEUU, Reino Unido y otras potencias occidentales˝». La ayuda humanitaria por sí sola, concluye: «no puede resolver esta situación de malestar» y hoy más que nunca se necesita una fuerte «acción diplomática» en apoyo a las negociaciones.