(CNA/InfoCatólica) Una fuente cercana a la Secretaría de Estado del Vaticano dijo a CNA que Mons. Matano se puso en contacto con el Nuncio apostólico después de que se fijara la fecha de beatificación, para expresar su preocupación de que Sheen pudiera ser nombrado en un informe que va a publicar próximamente el fiscal general del estado de Nueva York.
Es posible que en dicho informe sea acusado de no abordar adecuadamente el caso de un sacerdote involucrado en abusos sexuales cometidos con mayores de edad. El sacerdote pertenecía a la diócesis de Rochester mientras Mons Fulton Sheen fue obispo allí.
Se teme además que el informe pudiera ser presentado al público coincidiendo con la fecha programada para la beatificación, el 21 de diciembre. «Una beatificación es una celebración», dijo el funcionario de la Secretaría de Estado sobre la decisión de posponer la ceremonia. «El propósito es ayudar a la fe de la gente, no ser una ocasión para el escándalo. Nada se pierde al esperar y tal vez se eviten algunas cosas».
Varios arzobispos estadounidenses fueron consultados sobre el asunto antes de que el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, tomara la decisión final de posponer la beatifcación.
Según las fuentes, los prelados estadounidenses consultados llegaron a un consenso de que sería «imprudente» proceder con los planes de beatificación sin que se haya publicado el informe del fiscal general y se haya resuelto el asunto.
El sacerdote en cuestión es Gerard Guli, ordenado en 1956, y que de 1963 a 1967 sirvió en parroquias en Virginia Occidental. Según un documento emitido por la diócesis de Wheeling-Charleston, en 1963, la diócesis de Rochester recibió una acusación de que en 1960 Guli había cometico abusos sexuales o mala conducta contra adultos. En ningún caso estuvieron involucrados menores de edad.
El sacerdote «regresó de Wheeling para ayudar a sus padres enfermos» en 1967. Sheen fue obispo de Rochester desde octubre de 1966 hasta octubre de 1969.
El argumento es rebatido
Algunos han afirmado que Mons. Sheen admitió a Guli en la diócesis de Rochester, a pesar de la acusación de 1963 en su contra, pero Mons. James Kruse, Director de Asuntos Canónicos en la Diócesis de Peoria, asegura que el obispo no dio al sacerdote acusado ningún encargo ministerial, sino solo tareas administrativas.
Fue Mons. Hogan, sucesor de Sheen en Rochester, quien volvió a dar a Guli encargos ministeriales en varias parroquias. En 1989, Guli fue arrestado por una acusación de abuso a una mujer anciana, en la parroquia del Santo Rosario de Rochester en ese momento. Posteriormente fue dimitido del estado clerical.