(InfoCatólica) La Santa Sede anunció el viernes 29 la promulgación por el Papa del Decreto que permitirá la próxima beatificación del sacerdote diocesano de Granada Cayetano Giménez Martín, párroco de la Encarnación y arcipreste de Loja, junto a otros 15 compañeros mártires de la persecución religiosa en España en los años 1936-1939. Casi todos eran sacerdotes, salvo un laico y un seminarista.
El vicepostulador de la causa, el sacerdote Santiago Hoces, explicó a ABC que «la vida de estos mártires es un ejemplo precioso de fe y perdón». «Jamás hemos pronunciado los nombres de quienes los asesinaron porque los mártires con su muerte quisieron la paz y la reconciliación. Si los propios mártires les perdonaron, nosotros también», aseguró el padre Santiago, visiblemente emocionado.
Al ser reconocido mártires no han necesitado ningún milagro, sino el parecer favorable de los miembros de la Congregación para las Causas de los Santos. Casi todos los nuevos beatos eran clérigos, en su mayoría párrocos.
El único laico de la lista es José Muñoz Calvo, que era responsable de las juventudes de Acción Católica en Alhama, mientras que el seminarista era Antonio Caba Pozo y tenía apenas 22 años.
Para incorporar a este joven seminarista a la causa de beatificación, el sacerdote tuvo acceso a su correspondencia personal. «Le escribía mucho a su hermana que luego se hizo religiosa de San Vicente de Paúl. En esas cartas le cuenta que su único deseo en la vida es llegar a ser santo y lo consiguió», relata el padre Santiago, que espera la ceremonia de beatificación se celebre en Granada la «próxima primavera».
Da nombre al grupo el arcipreste de Loja, Cayetano Giménez Martín.
Los próximos nuevos beatos granadinos son los siguientes:
- Cayetano Giménez Martín, párroco de la Encarnación y arcipreste de Loja
- José Becerra Sánchez, presbítero
- José Jiménez Reyes, coadjuntor de Santa Catalina y Encargado de Riofrío
- Pedro Ruiz de Valdivia, arcipreste de Alhama de Granada
- Francisco Morales Valenzuela, nacido y martirizado en Alhama de Granada
- José Frías Ruiz, coadjutor de Alhama de Granada.
- Manuel Vázquez Alfalla, mártir de Motril
- Ramón Cervilla Luis, mártir de Almuñécar
- Lorenzo Palomino Villaescusa, mártir de Salobreña
- José Rescalvo Ruiz, mártir de Cádiar
- Manuel Vilches Montalvo, mártir de Iznalloz
- José María Polo Rejón, mártir de Arenas del Rey
- Juan Bazaga Palacios, mártir de La Herradura
- Miguel Romero Rojas, sacerdote y mártir de Coín
- Antonio Caba Pozo, seminarista
- José Muñoz Calvo, laico, presidente de Acción Católica de Alhama de Granada
La apertura del proceso diocesano para estudiar la causa de beatificación se abrió el 1 de julio de 1999 y concluyó en su fase diocesana el 28 de septiembre de ese año.
Las historias de sus martirios están recogidas por el sacerdote Santiago Hoces en su libro «Cayetano Jiménez Martín y compañeros, mártires granadinos de 1936», editado en 2000 por la Curia Diocesana de Granada,
Con la beatificación de estos 16 granadinos, el número de mártires españoles de la persecución religiosa de los años 30 del siglo XX superará los 1.915. Pero esta gran cifra es provisional, ya que todavía quedan muchas causas pendientes en las diócesis y el Vaticano. En la página web de la Conferencia Episcopal Española figura un listado de 1524 santos y beatos mártires de dicha persecución religiosa.
Venerable Ana de Jesús, carmelita descalza
El Papa Francisco aprobó también el decreto que reconoce las «virtudes heroicas», primer paso para la beatificación de la monja carmelita Ana de Lobera Torres, discípula de Santa Teresa de Jesús, que a su muerte continuó su obra. Nació el 25 de noviembre de 1545 en Medina del Campo y murió el 4 de marzo de 1621 en Bruselas.
La Venerable Ana de Jesús nace en Medina del Campo, el 25 de noviembre de 1545; hija de hidalgos, Don Diego de Lobera y doña Francisca de Torres.
A los pocos meses de nacer, muere su padre y a los nueve años su madre, por lo que ella y su hermano Cristóbal, - que más tarde, entrará con los Jesuitas- quedan bajo la tutela de su abuela materna.
Joven hermosa, inteligente, con una inclinación religiosa bastante fuerte, pronto se verá acosada por su abuela que quiere casarla, por lo que decide irse a Plasencia con su hermano, a casa de su abuela paterna. No tardará en repetirse la misma situación, aunque ahora ya no tiene a donde ir, por lo que desde 1560 a 1570, que es cuando ingresa en el Carmelo, intenta vivir una vida de oración y penitencia, dedicándose a las mujeres enfermas, haciendo limosnas, labores para la Iglesia… en 1561 hizo voto de «entrar en religión».
Es dirigida espiritualmente por los P.P. Jesuitas, especialmente por el P. Pedro Rodríguez, quien al conocer las fundaciones de Santa Teresa, en 1569, pone en contacto a Dña. Ana con la M. Teresa, ingresando el 31 de julio de 1570 en el Monasterio de Avila.
Desde primera hora, Santa Teresa se da cuenta de los dones que posee, convivió con ella los primeros años de su formación carmelitana y hace su Profesión Religiosa el 22 de octubre de 1571.
Muy pronto le encomendará cargos de mucha responsabilidad: cuatro años de Maestra de Novicias en Salamanca; ocho de Priora en Beas; en 1582, junto a San Juan de la Cruz, llevará a cabo la fundación de Granada, en la que permanecerá al frente del priorato hasta 1586, año en que fundará en Madrid el Carmelo de Santa Ana, tan ansiado por Sta. Teresa.
Fue aquí donde trabajó mucho para hacer la primera edición de las obras de Santa Teresa (1588) y tuvo que defender el espíritu de la Santa contra las ideas del P. Doria y su Consulta, siendo esto causa de persecución y castigo, que la llevó a Salamanca en 1594, donde fue elegida Priora en 1596.
En 1604, junto a la Beata Ana de San Bartolomé y cuatro carmelitas más, marchan a Francia, conducidas por Pedro Bérulle, y fundan en Paris (1604) y en Pontoise y Gijón (1605).
Algunas diferencias con Bérulle respecto al estilo de vida carmelitana y su deseo de ser dirigida por los Carmelitas Descalzos, hacen que la M. Ana de Jesús, acepte la invitación de los archiduques de Bélgica a ir a Flandes, donde fundó en Bruselas, Lovaina y Mons (1607).
Muere en Bruselas, el 4 de marzo de 1621 después de grandes sufrimientos físicos y morales.
Su causa de Beatificación se inició inmediatamente después de su muerte. Una vez cumplidos los procesos ordinarios, la causa fue introducida en Roma el 2 de Mayo de 1878 y el 2 de Mayo de 1885 fueron aprobados sus escritos, sus cartas espirituales, que revelan su profunda vida interior y su prudencia.
Con información de Zenit, AciPrensa, ABC, el Arzobispado de Granada y la Causa de canonización de la Madre Ana de Jesús