(Navarra.com/InfoCatólica) En la exposición de motivos, la Moción que pedía que el Gobierno de Navarra defendiera el derecho de los padres a elegir el centro educativo de sus hijos, presentada por Navarra Suma invocaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Convenio Europeo de los Derechos Humanos, la Carta de los Derechos fundamentales de la UE y la propia Constitución española, para subrayar la «obligación de los poderes públicos a la hora de garantizar la libertad de elección del tipo de educación por parte de las familias, incluida la enseñanza religosa».
La , tras llamar la atención sobre la titularidad familiar de ese derecho, se refutan las declaraciones de la Ministra en funciones de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, quien ha asegurado que «de ninguna manera se puede deducir que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa o a elegir centro educativo pasa por ser parte de la libertad de enseñanza que emana del artículo 27 de la Constitución».
A ese respecto, se insiste en que «la libertad de enseñanza es un derecho fundamental en democracia», y que se encuentra «garantizado en la Constitución y avalado por múltiples sentencias del Tribunal Constitucional».
En su defensa, Pedro González (Navarra Suma) ha pedido eludir el debate «tramposo» entre educación pública y educación concertada, y centrarse en el debate «ni más ni menos que de la libertad, la de educar y elegir la educación que se desea», algo que debe ser garantizado por los poderes públicos a través de ofrecer una «enseñanza plural», de forma que «mientras más variadas sean las opciones, más se garantizará» esa libertad.
«Muchos de los que van a votar en contra de esta moción, que van a votar contra la libertad de elección de centro, llevan a sus hijos a la concertada», ha espetado el representante de Navarra Suma a los parlamentarios del resto de grupos durante el debate.
En contra, Jorge Aguirre (PSN) ha lamentado el discurso «tremendamente demagógico» de González porque «defiende unas libertades pero ataca otras», ha advertido que en este ámbito «nuestra libertad individual está limitada por cuestiones legales» y ha reivindicado la postura de PSN, que no ataca la libertad de elegir una educación religiosa sino que defiende que no se imparta en los centros educativos.
Tampoco María Solana, de Geroa Bai, ha apoyado la moción, una propuesta «escasa» que no pide «nada efectivo», ha dicho, y que se suma a un tipo de «debates empobrecedores que no aportan nada y restan mucho».
Por EH Bildu, Bakartxo Ruiz también ha esgrimido que con esta moción Navarra Suma pretendía «arrancar una posición política al PSN» y evidenciar que la mayoría del Parlamento no apoya algo que en teoría recoge la Constitución, un asunto con el que «se ha pasado de frenada» y deja en evidencia un ideario «anclado en el pasado y en el neoliberalismo», así como un ideario que apuesta por la separación de sexos en las aulas.
También Ainhoa Aznarez (Podemos) ha considerado fuera de lugar el debate propuesto para afear a la ministra de Educación, algo que deberían hacer los compañeros de Navarra Suma en las Cortes, ha dicho.
Finalmente, Marisa De Simón (I-E) ha lamentado la visión de NA+ de la educación, que pretende que las familias «puedan elegir centros que se subvencionen con fondos públicos, puedan elegir el carácter religioso del centro, el sexo del alumnado o su procedencia», algo que impide la normativa actual porque «trae discriminación».
En la votación final, la moción ha sido rechazada, con los 20 votos a favor de los parlamentarios de Navarra Suma y los 30 votos en contra de todos los demás parlamentarios navarros.