(Agencias/InfoCatólica) La actualización del protocolo daba rango ministerial al ya existente y no dejaba lugar a interpretaciones sobre cómo debía actuarse. Uno de los cambios más sustanciales era que la objeción de conciencia no podía impedir que un hospital o centro de salud realizara un aborto.
La resolución, impulsada por el secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, fue criticada por el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, quien la consideró «inconstitucional».
En la Presidencia señalaron que desconocían el contenido del protocolo –aunque fue publicado en el Boletín Oficial– y le encomendaron el tema a la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, quien va a anular el nuevo protocolo. Fuentes cercanas a Stanley dijeron que era por «un error técnico».