(AciPrensa/InfoCatólica) El Administrador Apostólico de Santiago de Chile, Mons. Celestino Aós, expresó su absoluto rechazo al saqueo ocurrido en la parroquia de la Asunción en esa ciudad.
«Nuestro templo católico de la parroquia de La Asunción, fue saqueado ayer por la tarde, sacadas sus bancas y otras pertenencias para ser quemadas, las paredes fueron rayadas con consignas e insultos, las imágenes sagradas fueron destrozadas», lamentó el Prelado en un video mensaje difundido por la Dirección de Comunicaciones del Arzobispado de Santiago.
«Un hecho más dentro de los que se viven estos días. Comenzamos ayer el Mes de María, junto a ella, repetimos palabras como dolor, tristeza, rabia, inquietud, que quieren expresar lo que sentimos y hay otra palabra: rechazo, absoluto rechazo de toda violencia», indicó el Obispo.
El viernes 8 de noviembre un grupo de manifestantes ingresó violentamente a la parroquia de La Asunción para robar las bancas, confesionarios e imágenes religiosas y armar con estas unas barricadas.
@ACN_Chile
Imágenes que nos duelen: Hoy, un grupo de encapuchados saquearon la Iglesia La Asunción en el centro de Santiago, cuyo párroco es el asistente eclesiástico de ACN Chile. http://www.acn-chile.org/saquean-iglesia/ …#oracionporchile #reza #Chile
Esta iglesia, que data de 1876, se encuentra a dos cuadras de la Plaza Italia, donde se realizaba una manifestación contra el Gobierno de Sebastián Piñera.
Este saqueo violento ocurrió en medio de las violentas manifestaciones que se están sucediendo desde hace casi 3 semanas en distintos barrios de la capital chilena y en otras ciudades del país. Mons. Steigmeier aseguraba hace escasos días, en un profundo análisis sobre las causas del conflicto, que
«Lo que estamos viviendo hoy en Chile se veía venir. Y la causa última y principal no es la desigualdad social, que es efecto de algo más profundo. Lo que nos está pasando se debe a la construcción de una sociedad sin Dios. Sólo Él, el Dios vivo y verdadero, trascendente y soberano de todo puede ser el fundamento de la paz social»
«La ausencia de Dios ha llevado a la destrucción de la familia. En Chile el primer ataque a esta institución básica de la sociedad comenzó cuando se introdujo la anticoncepción, continuó cuando se eliminó la distinción entre los hijos nacidos dentro del matrimonio y fuera de él, luego vino el divorcio, el acuerdo de unión civil y la ideología de género».
«Estamos cosechando lo que hemos sembrado por decenas de años: Pues quien viento siembra, cosechará tempestad (Os 8,7). Sólo si nos convertimos a Cristo es posible un Chile mejor».
Además de la parroquia de La Asunción, grupos de manifestantes prendieron fuego a la sede de la Universidad Pedro de Valdivia, también cerca de la Plaza Italia.
«Nos duelen los daños materiales que acaban afectando la vida de los más pobres, pero nos duelen principalmente los daños de las personas heridas, nos duelen los fallecidos. Por los muertos elevamos nuestra oración al Dios de la Misericordia», indicó el Prelado en su mensaje.
«Por las víctimas, por todos los que sufrimos, imploramos la protección de la Virgen María. Les propongo que mañana domingo en todas nuestras comunidades al finalizar la misa o al celebrar el Mes de María, se recen tres Ave María implorando el perdón de nuestros pecados porque la violencia y la injusticia son ofensas a Dios y nuestros hermanos y les propongo, que cada uno de ustedes, o bien cada comunidad, se comprometa a una acción solidaria. A su lado hay personas que están sufriendo, que están necesitando compañía y ayuda».
«Con toda la fuerza de nuestra voz, pedimos a todos nuestros hermanos, compatriotas, que cese toda violencia. Que quienes engañan considerando la aparente eficacia y triunfo de la violencia, pasen al camino del diálogo y la búsqueda de soluciones a los problemas, aportando sus propias visiones», continuó.
«A ustedes querido padre párroco y feligreses de la parroquia La Asunción nuestra cercanía y solidaridad en su dolor. A todos ustedes estimados hermanos en la fe, les repito con el apóstol. No se dejen vencer por el mal, sino venzan al mal con el bien».
Finalmente el Obispo destacó que «es la hora de acudir con la Virgen María y renovar nuestro compromiso de ser instrumentos de paz.
Señor haz de mí un instrumento de tu paz,
Que donde haya odio, yo ponga el perdón,
Que donde haya tinieblas yo ponga la luz,
Que donde hay tristeza yo ponga la alegría,
Que donde hay desesperación yo ponga esperanza.