(ACI) Los principales filósofos católicos de Estados Unidos escribieron a los directivos del Pontificio Instituto Juan Pablo II en Roma para expresar su preocupación por los cambios recientes en la institución que han provocado la «pérdida de credibilidad».
«La observancia completa de los procedimientos previamente instituidos es parte de lo que define a cualquier institución académica como libre en el cumplimiento de su misión», escribieron los líderes de la Asociación Filosófica Católica Americana (American Catholic Philosophical Association) en una carta del 17 de septiembre dirigida tanto al canciller, Mons. Vincenzo Paglia; como al presidente del instituto, Mons. Pierangelo Sequeri.
«Sin la colegialidad en esta consulta y sin la participación de las juntas directivas y de la facultad en un largo plazo, la universidad o el instituto ya no puede reclamar el imprimatur de buscar la verdad. Esta pérdida de credibilidad ahora amenaza al Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia», continuó el texto.
La carta fue firmada por los 15 académicos estadounidenses que conforman el consejo y comité ejecutivo de la asociación. Entre los firmantes se encuentran profesores laicos y clericales de la Universidad Católica de América, la Universidad Fordham, Boston College, Universidad de Dallas, Universidad de San Francisco y varias otras instituciones.
La carta fue escrita en respuesta a los cambios anunciados este verano en el instituto teológico pontificio, fundado por el Papa San Juan Pablo II en 1980.
En julio, se aprobaron nuevos estatutos para el instituto, en respuesta a un anuncio del 2017 que informó que el Papa Francisco refundaría legalmente el Instituto y ampliaría su plan de estudios académico. El cambio pasaría de un enfoque en la teología del matrimonio y la familia a un enfoque que también incluirá el estudio de la familia desde la perspectiva de las ciencias sociales.
Después de que se aprobaron los nuevos estatutos diseñados para implementar esa visión, los estudiantes, exalumnos y profesores plantearon preocupaciones sobre el papel de los miembros del profesorado en la nueva estructura de gobierno del Instituto, sobre la reducción de los cursos de teología y la eliminación de algunas disciplinas teológicas, y sobre el despido de algunos miembros de la facultad, incluido Mons. Livio Melina y el P. Jose Noriega.
Los miembros de la facultad dijeron a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que no se oponen al deseo del Papa de expandir la misión o el enfoque de la escuela, pero aseguran que los administradores responsables de implementar esa misión actuaron injustamente.
Los filósofos estuvieron de acuerdo con esa acusación.