(InfoCatólica) Es el propio tribunal de Victoria quien tiene que decidir si permite que la apelación del cardenal Pell llegue al Tribunal Superior con sede en Melbourne.
Y de hecho, aunque se le conceda permiso para apelar, no hay garantía de que el propio Tribunal Superior acceda a pronunciarse sobre el caso.
Los abogados del cardenal basan su petición en la opinión de uno de los tres jueces del Tribunal de Apelaciones de Victoria, quien discrepó de los otros dos asegurando que estaba «bastante poco convencido» del testimonio de la víctima, asegurando que «contenía discrepancias y mostraba deficiencias» y que era posible que algo de lo que dijo fuera inventado.