(InfoCatólica) El P. Maurizio Chiodi, teólogo moral italiano y miembro de la Pontificia Academia para la Vida, defendió en enero del 2018, durante una conferencia pública Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, que, en base a las enseñanzas de Amoris Laetitia, es lícito e incluso responsable recurrir a los métodos anticonceptivos artificiales.
Cuando «los métodos naturales son imposibles o inviables, es necesario encontrar otras formas de responsabilidad», argumentó el P. Chiodi en su conferencia titulada: Relectura de Humanae Vitae (1968) a la luz de Amoris Laetitia (2016).
En tales circunstancias, dijo, «un método artificial para la regulación de los nacimientos podría ser reconocido como un acto de responsabilidad que se lleva a cabo, no para rechazar radicalmente el regalo de un niño, sino porque en esas situaciones la responsabilidad llama a la pareja y la familia a otras formas de bienvenida y hospitalidad».
Apoyo a los actos homosexuales en ciertas circunstancias
En una entrevista concedida el pasado 29 de julio a Luciano Moia del diario Avvenire, el periódico oficial de la Conferencia Episcopal Italiana, al P. Chiodi se le preguntó qué opinaba de aquellos que argumentan que la moralidad de los actos sexuales dentro de una pareja homosexual deben re-evaluarse.
En un principio, el p. Chiodi dijo:
«La persona homosexual también está llamada, en su forma específica, a seguir un camino de relaciones castas, virtuosas, capaces de amistad y hermandad. Nadie puede escapar de este compromiso, que nace del don de Dios».
Sin embargo, a continuación sugirió, tomando como referencia Amoris Laetitia, que los actos sexuales dentro de una relación homosexual pueden ser buenos, al menos en ciertas circunstancias:
«Como recordó el Papa Francisco, incluso al tratar otro tema, el del 'divorciado y vuelto a casar', está claro que, desde una perspectiva histórica, a cada persona se le pregunta no solo qué es posible para ella, sino también qué es posible para ella en un momento momento específico de su vida... Desde este punto de vista, me parece que es difícil, de hecho imposible, dar respuestas preempaquetadas, como si todas las respuestas prácticas pudieran deducirse inmediatamente de una teoría antropológica».
Y agregó:
«Creo que las relaciones de las parejas homosexuales presentan brechas y diferencias innegables que les impiden ser equiparados con parejas heterosexuales, anulando su diversidad. Sin embargo, la tarea moral se refiere a las posibilidades reales, es decir, el bien posible, que considera la historia real de un sujeto».
Y:
«Por esta razón, no excluiría que, bajo ciertas condiciones, la relación de una pareja homosexual es, para ese sujeto, la forma más fructífera de vivir buenas relaciones, teniendo en cuenta su significado simbólico, que es tanto personal como relacional y social. Esto, por ejemplo, ocurre cuando la relación estable es la única forma de evitar la promiscuidad sexual u otras formas de relaciones eróticas humillantes y degradantes o cuando es ayuda y estímulo para andar en el camino hacia las buenas relaciones».