(AsiaNews) En estos días reabrió la biblioteca cristiana de Qaraqosh, en la llanura de Nínive, en el norte de Irak, dada a las llamas por el Estado islámico (EI, ex ISIS) durante la llegada del grupo yihadista. Los hombres del «Califato» habían quemado o saqueado la gran parte del patrimonio cultural y literario; sin embargo gracias a compromiso de organizaciones caritativas cristianas y de otras realidades, entre las cuales la Iglesia siro-católica, ésta abrió sus puertas y en poco tiempo se convirtió en un punto de referencia para la zona.
En el verano de 2014 el ISIS invadió Qaraqosh destruyendo las casas, devastando las iglesias, la biblioteca y los otros lugares de interés de la ciudad. Decenas de miles de cristianos debieron abandonar rápidamente sus casas, en aquel que fue el centro cristiano más importante de la llanura de Nínive.
Conocida también con el nombre de Bakhdida, la ciudadela fue liberada del yugo yihadista 2 años más tarde, en 2016. Al volver- hasta hoy aún parcial-las familias encontraron los signos de los saqueos y de las devastaciones; la mayor parte de los libros de la biblioteca fueron quemados o robados. Con la ayuda de voluntarios, los fieles limpiaron los volúmenes que quedaron y dieron vida a un colectivo con el objetivo de reportar vida a un centro cultural y educativo de primer plano.
En 2 meses de trabajo la biblioteca pudo reabrir las puertas a los visitadores, gracias también al compromiso del P. Duraid, un sacerdote siro-católico. Una estructura renacida, cuenta, «de los escombros y de las destrucciones, para convertirse en un centro cultural. Nuestra esperanza es que pueda ser un espacio de encuentro y de investigación para intelectuales, autores, poetas y simples lectores».
La biblioteca, es parte del centro cristiano para las actividades sociales y culturales, fue dedicada al P. Louis Qasab, sacerdote originario de Qaraqosh. En su interior conserva unos 650 libros, subdivididos en varias categorías: ciencias, religión, política y literatura para niños y jóvenes, en lengua inglesa, árabe, francesa y alemán. Para los vértices de la Iglesia local, la estructura hoy restituida al público servirá para educar a las nuevas generaciones. «Creo que la biblioteca-subraya Labib al Katib - sea muy importante para motivar a las personas a leer y a reforzar su nivel de educación». A despecho de las devastaciones «que todavía nos circundan», agrega, las personas ya han iniciado a «dirigirse a la biblioteca para sus investigaciones científicas o por motivos de estudio». El próximo paso será la instalación de una red internet para una mayor digitalización del archivo.
Según fuentes de la Iglesia local, hasta ahora 5.100 familias que 5 años hace tuvieron que dejar sus casas ya volvieron a la región para iniciar la obra de reconstrucción.
Por más de 4 años Mosul, metrópolis del norte y parte de la llanura de Nínive quedaron bajo el control de ISIS que quemó libros y dio a las llamas estructuras y bienes. Los milicianos prohibieron todo tipo de música, arte y libros que no fuesen el Corán, decapitando a un joven de 15 años porque escuchaba música pop occidental. Por esto el renacimiento económico, social y cultural de la región debe pasar también a través de la recuperación del patrimonio artístico e intelectual que la población, a menudo arriesgándose, logró preservar.
No obstante Irak, según una lista de Open Doors está en el 13ro país en el mundo sobre 50 en el cual las condiciones de vida más difíciles para los cristianos.
