(La Verdad/InfoCatólica) Los padres o tutores tendrán que dar este curso escolar su conformidad o disconformidad de forma expresa para que los alumnos participen en determinadas actividades en los colegios, sobre todo en las charlas que puedan considerarse conflictivas. Así se desprende de las nuevas instrucciones que ha enviado la Consejería de Educación a los claustros de profesores de todos los centros educativos, en virtud del acuerdo que se alcanzó con Vox.
En los últimos años, asociaciones como No Te Prives han impartido charlas en los colegios. A juicio de Vox, estos talleres son un ejercicio de adoctrinamiento.
Junto a las pautas que todos los años reciben sobre cómo organizar el centro, el profesorado y los grupos, y qué hacer y cómo programar las actividades que se contienen en el curso, la actual misiva obligará a los centros a contar con permisos expresos de padres y/o tutores para que los alumnos participen en actividades programadas para desarrollar los contenidos curriculares.
Hasta la fecha y siempre que la actividad se desarrollara en el propio centro, los tutores o equipos directivos solamente informaban de las actividades a realizar, excluyendo de ellas solo a aquellos alumnos cuyos padres manifestasen expresamente su disconformidad. Ahora será necesario que los equipos docentes cuenten con autorizaciones expresas de las familias para cada una de las actividades programadas dentro del desarrollo curricular de las diferentes materias.
Personas ajenas a los centros
La orden recibida por los equipos docentes de los diferentes centros educativos regionales incluye un apartado dedicado a las «actividades programadas por los centros» y exige que «las actividades complementarias de las programaciones docentes que forman parte de la propuesta curricular, así como aquellas otras incluidas en los planes de actuación que integran el proyecto educativo u otros planes aprobados y acordados por el centro, contendrán objetivos, contenidos, temporalización, personas, institución, asociación o colectivo que, en su caso, las vaya a desarrollar». Y, en su punto dos, especifica que, «de aquellas que vayan a ser impartidas por personas ajenas al claustro del centro, se dará conocimiento a las familias (...) por medio de una relación detallada que los tutores de los distintos grupos facilitarán a padres y madres al inicio del curso escolar con objeto de que puedan manifestar su conformidad o disconformidad con la participación de sus hijos menores en dichas actividades». Unas condiciones que también se aplicarán a «cualquier otro tipo de actividad no incluida en los documentos institucionales indicados o en sus posteriores modificaciones».
De esta manera, las autorizaciones paternas expresas afectarán a todas las materias. Así, si un centro docente pudiera contar repentinamente con la colaboración de un experto para ofrecer una clase magistral sobre prehistoria o biología, deberá disponer antes de la autorización paterna de cada alumnos para poder llevarla a cabo.